Gabriela Zinna
Se dice que "no hay plazo que no se cumpla y deuda que no se pague". La primera parte de la afirmación es una verdad inobjetable. Pero la segunda, depende de quiénes sean los acreedores y los deudores. Los contribuyentes padecen a diario la presión que genera el atraso en los pagos. Pero si los morosos son ediles (inclusive con mandato cumplido), la cosa cambia. El Concejo Municipal intenta cobrar más de 30 mil pesos a un grupo de concejales que nunca devolvió el pago del impuesto a las ganancias que había sido aportado por el organismo. Otros cumplieron y abonaron sus deudas completas y hay quienes se acogieron a un convenio en cuotas que no siempre cumplen. Mientras, las cartas documento que se envían desde la presidencia del cuerpo, en muchos casos, van a dormir el sueño de los justos. Todo comenzó en 1994. Algunos concejales entendieron que si los diputados y senadores nacionales no pagaban impuesto a las ganancias, ellos tampoco debían tributar a la Dirección General Impositiva (DGI). Para avalar esa posición, el entonces presidente del cuerpo, Esteban Borgonovo, pidió un dictamen jurídico sobre el punto en discusión y basado en ello, el Concejo no retuvo el monto del gravamen a los ediles. Luego, la DGI reclamó el impuesto a las ganancias que no se había pagado a mediados de los 90. La deuda trepó a 111.849,26 pesos y se afrontó con fondos del presupuesto del Concejo. Las autoridades del Palacio Vasallo informaron a quienes habían sido ediles en los años 94-95 que debían pagar la parte correspondiente a los gravámenes tributados a la DGI. "Algunos pagaron de inmediato y al contado", afirmó el ahora presidente del cuerpo, Pablo Cribioli, y recordó que en ese grupo se encuentran el ex edil Miguel Angel Rolfo y los todavía concejales radicales Daniel Luna y Jorge Boasso. Hermes Binner, Esteban Borgonovo, Blanca Cánepa, Vicente Cuñado, José Elmir (ex empleado administrativo del cuerpo), Raúl Garo, Evaristo Monti, Ricardo González, Sergio Liberati, Ricardo Marengo, Ricardo Reynoso, María Cristina Rímoli, Patricia Sandoz, Norberto Soriano, Federico Steiger y Oscar Urruty, figuran en la lista de los que pagaron la deuda que se generó por no retener oportunamente el impuesto a las ganancias. En total, el cuerpo recuperó 50.690.27 pesos. Pero aún queda por cobrar. El tema se reavivó a raíz de un correo electrónico que circuló en ámbitos periodísticos donde se brindaba una nómina de concejales morosos y se ventilaban también las cifras de la deuda. "Ahora, con el despelote que se armó, hacen cola para pagar", exageró Cribioli, quien afirmó que "a muchos se les mandaron cartas documento, pero no pagan por pereza o por desidia". Según la información oficial, proporcionada por el Concejo, la lista de morosos está integrada por: René Colarte, Guillermo Costanzo, Silvia Fernández León, Carlos Mac Guire, Marta Martino de Rubeo, Carlos Mesa, Osvaldo Ortolani, Iris Pérez, Rafael Samardich, Wence Steger, Antonio Suárez Sala, Fernando Viglierchio (ex empleado administrativo), Juan Vinacua (fallecido) y Juan José Vitiello. La suma total de lo adeudado por esos ediles y ex funcionarios es de 30.041,15 pesos. Desde la administración del Concejo se informó que Ortolani presentó un expediente adjuntando una declaración jurada de ganancias personales, argumentando que él tributó oportunamente y ahora la documentación está siendo analizada por el departamento jurídico. En tanto, el ex edil Steger y Viglierchio solicitaron convenios de pago pero aún no fueron concedidos. "La verdad es que el Concejo nunca se preocupó demasiado por cobrar porque el dinero que ingresa va a parar a rentas generales", afirmó una fuente del Palacio Vasallo que pidió reserva de su identidad, y agregó: "Al Ejecutivo local tampoco lo desvela esa suma porque no es decisiva para el presupuesto del municipio".
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