Año CXXXIV
 Nº 49.214
Rosario,
lunes  20 de
agosto de 2001
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La ancha huella de un poeta popular
El álbum homenaje a Atahualpa Yupanqui se presentó en el Teatro Cervantes
Convocadas por Víctor Heredia un grupo de importantes figuras interpretó "Yo tengo tantos hermanos"

Marcelo Menichetti

"Un homenaje a Atahualpa", el espectáculo con el que se presentó en sociedad el disco tributo al artista, producido por Víctor Heredia convocó a Mercedes Sosa, León Gieco, Lito Vitale, Pedro Aznar, Teresa Parodi, Piero y al propio impulsor del proyecto, quienes ofrecieron las versiones que llevaron al disco sobre versos del poeta pergaminense. El show, destinado a la prensa y a invitados especiales, se realizó durante la tarde del sábado último en el Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires.
Periodistas de todo el país e invitados especiales pusieron marco a la presentación que tuvo una inusual apertura cuando una representante gremial de los empleados del teatro leyó un comunicado en el que se denunciaron recortes presupuestarios que, según lo expresado, ponen el peligro el futuro del teatro nacional.
Recién a las 14.15 se levantó el telón e hizo su aparición Marcelo Simón, uno de los periodistas más calificados sobre folclore argentino, quien ofició de maestro de ceremonias. Su inclusión marcó uno de los puntos más altos de la organización de la presentación ya que su conocimiento sobre la vida y la obra del poeta y cantor recordado ameritó sus siempre felices intervenciones. Evocando anécdotas del homenajeado, el periodista desarrolló un libreto propio basado en un supuesto mensaje a Atahualpa, quien, según Simón, "estará en el fondo de la sala viéndonos".
El presentador le contó a un imaginario Atahualpa cómo sería el espectáculo de presentación del disco tributo que editó el sello Alter Nativo y que reunió 14 poemas, 13 de los cuales fueron escritos por Yupanqui y uno por José Pedroni.
Luego Simón presentó a Lito Vitale, quien ingresó al escenario para tocar "Los ejes de mi carreta", en su versión lenta y bordada por volutas musicales que dibujaron figuras barrocas en el aire. Una gigantografía representando la tapa del disco "Yo tengo tantos hermanos" presidió el escenario desde el telón de fondo mostrando la imagen de artista de Pergamino sonriéndole a una paloma.
El humo de las máquinas creó una atmósfera que sirvió para imaginar el lugar en el tiempo donde se refugia el espíritu de los muertos y donde debe estar don Ata, por si acaso, mirándolo todo por si se da la posibilidad de contarlo con sus versos. Cuando finalizó su extenso tema, Vitale agradeció la invitación que lo llevó a participar en el disco y presentó a Piero. El cantautor italoargentino mostró su versión del tema "Coplas de Juan prisionero", una zamba larga y melosa acompañada desde el piano por Babu Cerviño, Daniel Homer y Cacho Aiello en guitarras y Camilo Carabajal en percusión. Como segundo tema Piero cantó "Luna tucumana".
La solvencia de Simón le abrió las puertas a uno de los mejores compositores e intérpretes que participaron en el disco: Pedro Aznar. El músico brindó "Soledad", el poema que le tocó musicalizar, ofreciendo una clase de canto, abriendo las compuertas de su inacabable garganta para regalar un hermoso tema con acompañamiento de piano y caja. Aznar cerró su intervención cantando "La añera" y arrancó aplausos y vivas del público.
Tras una nueva entrada de Marcelo Simón ocupó la escena Teresa Parodi, a quien le tocó ponerle música a "Indio", el poema de José Pedroni que se coló entre los de Yupanqui y que Víctor Heredia distribuyó entre los distintos artistas que realizaron la obra. La correntina se presentó con una explicación: "Yo musicalicé el tema que no era de Yupanqui. El tenía el poema entre sus papeles entrañables -ilustró-. Como dijo Roberto Chavero, el disco que presentamos se llama «Yo tengo tantos hermanos» y sin dudas el gran Pedroni era uno de los hermanos de Yupanqui", dijo. Tras entonar el bello tema, la autora de "Pedro canoero" cerró su set con "Criollita santiagueña", una zamba redonda que le valió un cerrado aplauso por parte de la nutrida concurrencia.
Fue la misma cantante la encargada de presentar al responsable del proyecto editorial, Víctor Heredia. El cantautor de Paso del Rey aclaró de entrada: "Todos los artistas que actúan hoy lo hacen ad honorem; esto es contra los periodistas que disparan contra nosotros diciendo que el dinero se podría utilizar para otra cosa", sentenció en directa alusión a alguna crítica contra el patrocinio que las secretarías de Cultura y de Turismo de la Nación brindaron a la grabación. "Son fascistas", apostrofó. Después citó la anécdota sobre su grabación, en la infancia, de "Caminito del indio", que ya había relatado a Escenario y que fuera publicada en la edición de ayer. Luego cantó el tema que alguna vez sirvió como regalo de cumpleaños para su padre acompañado por Daniel Homer, Babu Cerviño y Víctor Carrión en quena y saxo.
Tras la salva de aplausos que coronó el set de Heredia y que fue un premio por sus canciones y por su proyecto homenaje, el autor de "El viejo Matías" llamó a León Gieco, quien lo acompaño con su armónica en la sentida interpretación de "El adiós", el tema que musicalizó sobre la poesía que Yupanqui escribió en Tokio, en 1962.
Gieco se quedó en escena para cantar "La guitarra", la milonga que compuso con versos de Don Ata acompañado por Lito Vitale, Daniel Homer y Babu Cerviño y Heredia en segunda voz. Antes de irse León hizo cantar al público la archiconocida "Zamba del grillo", agradeció con extrema humildad por haber sido convocado al homenaje y poder firmar una canción junto a Yupanqui, y le dio paso a Marcelo Simón, quien regresó a escena para anunciar: "Esta es la primera obra en torno a la obra yupanquiana". Después desplegó una amplia sonrisa de satisfacción y anunció a Mercedes Sosa de quien dijo: "La queremos tanto...".
Con Popy Spatocco en teclados y Pedro Aznar (el musicalizador del tema) en bajo y coro, ofreció "Romance de la luna tucumana", una hermosa zamba que precedió a otro clásico del homenajeado, "Guitarra dímelo tú", que acompañó magistralmente Colacho Brizuela con su guitarra. La dúctil garganta de La Negra también probó es un cauce, casi natural, para la obra del mayor creador del folclore argentino.
El final fue con todos los artistas en escena cantando "La pobrecita". Antes Simón despidió al espíritu de Yupanqui con un saludo y un ruego: "Chau don Ata. Sea benévolo con nosotros".



Todos juntos, en recuerdo de don Atahualpa.
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