| | Las reformas en Irán sufren un serio revés
| Teherán. - La policía iraní implementará a partir de hoy una nueva campaña masiva "contra la corrupción social", dentro de la que incluyen a las mujeres demasiado maquilladas, la música en los lugares públicos y a los perros, considerados animales impuros para el Islam. "La campaña apunta a poner un freno a la difusión de la cultura decadente occidental en la sociedad", dice un comunicado de la policía iraní, al explicar las nuevas medidas, mientras aumentan las ejecuciones y fustigaciones en público. Para los analistas, la medida es política y es apoyada por el ala dura del régimen chiíta, liderada por el ayatollah Alí Jamenei, máxima autoridad de la nación. El objetivo de las nuevas disposiciones policiales parece ser una marcha atrás en los cambios introducidos desde hace cuatro años por el presidente reformista Mohammad Khatami. En este período los controles de la policía en las calles fueron disminuidos, así como las mujeres y niñas han acortado la longitud del chador. Muchas de las mujeres iraníes sustituyeron el obligatorio foulard por cabellos peinados a la moda. Al mismo tiempo, la música y las canciones occidentales comenzaron a ser difundidas en los restaurantes y bares de moda frecuentados por jóvenes de ambos sexos quienes, contra las reglas islámicas, se muestran en público tomados de la mano. Pero una ola en el sentido conservador pudo verse a principios de julio pasado, con muchos azotes en público, en Teherán, contra decenas de jóvenes que admitieron haber tomado alcohol o conversado con una joven en la calle. Incluso las ejecuciones en público de condenados por homicidio son más frecuentes: en los últimos cuatro días hubo diez casos. Los reformistas que se ubican detrás de Khatami rechazaron la política porque afirman que ni en los tiempos de la revolución de 1979, que encabezó el ayatollah Rudollah Khomeini, se vio esta oleada de ejecuciones públicas. Desde hoy, las penas "ejemplificadoras" corren el riesgo de volverse más frecuentes. Bares y restaurantes recibieron órdenes de no servir a mujeres que están "demasiado" maquilladas o que no respetan el reglamento de vestimenta islámica. Además estará prohibida la difusión de "música ilegal" en cualquier lugar público y los comercios no podrán exhibir ropa interior femenina o maniquíes con prendas "provocativas". También están amenazados de ser arrestados los propietarios de los negocios de animales que vendan perros o monos. Los perros, considerados animales impuros para el Islam, son muy numerosos en las familias pro occidentales del norte de la capital.
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