Los mercados internacionales tuvieron esta semana una gran volatilidad. La caída de la Bolsa de Japón, sumada a la gran baja de los mercados asiáticos, le imprimieron un mayor riesgo a los mercados del mundo. En Estados Unidos, la desaceleración de su economía es mucho más marcada y el martes próximo la Reserva Federal bajaría 0,25 punto la tasa de corto plazo, para frenar la caída de la actividad económica.
En el caso de Argentina, el país no logra convencer a los inversores internacionales que puede cumplir con el déficit cero, y en verdad desde el exterior tienen razón en sospechar que es imposible.
Los números rezan que será muy complejo cumplir con esta medida si no se procede a un ajuste de la coparticipación que la Nación les envía a las provincias (algo que el gobierno se había comprometido a no tocar).
En el segundo semestre del año 2000, el déficit del Estado ascendió a 6.000 millones, y por ende tenemos por delante un ajuste de una magnitud muy similar ya que al medir el déficit de lo percibido a lo devengado, el gobierno debe ajustar no menos de 5.000 millones en los meses que tiene por delante. Esta suma es muy elevada si se tiene en cuenta que los gastos en los meses venideros (desde agosto a diciembre) ascenderían a 30.000 millones de dólares aproximadamente, y de ese total 5.000 millones son erogaciones en concepto de intereses que no se pueden disminuir, y sobre el resto (que serían 25.000 millones) debería operar una baja no menor al 20%.
Para un país como Argentina, que hasta el momento no mostraba vocación por disminuir los gastos, realizarlo en esta magnitud resulta poco creíble. No obstante el desafió no es menor ya que si lo cumple se ganará el elogio del resto de los países del mundo. En cambio, sino lo hace el camino del ostracismo lo espera.
En los últimos días, al compás de la esperanza de la mega ayuda internacional, los depósitos habían desacelerado su caída, y en particular los depósitos en pesos habían comenzado a crecer lo que denotaba una mayor confianza en el sistema por parte de importantes inversores locales.
En el caso de las reservas, las mismas se habían estancado en torno de los 15.500 millones de dólares durante los últimos 7 días, y se esperaba una recuperación ligada a mejores noticias provenientes del exterior.
En materia de tasas, la caída había resultado muy importante y esto se debía a que el sistema estaba más líquido, pero nadie avizoraba a futuro una mayor oferta de créditos ya que las entidades (a pesar de la mejora observada) seguían muy cautelosas, producto de la alta incertidumbre que había en el mercado respecto de las negociaciones con los organismos financieros internacionales.
El reino de la volatilidad
Sin lugar a dudas que el mercado ha tenido, tiene y tendrá un comportamiento muy volátil ya que nada está asegurado. Un eventual desembolso de fondos de los organismos financieros internacionales tendrá como contrapartida una mejora sustancial en la liquidez doméstica, no obstante, el no cumplir con alguna de las pautas acordadas nos hará retroceder mucho más de lo poco que hemos avanzado en los últimos días.
Cuando acordamos el blindaje financiero, el gobierno se había comprometido a aprobar la ley de obras sociales y la reforma del sistema previsional. Como esto no ocurrió, deberá apurar el trámite de ambos proyectos en el Congreso. Serán muy difícil para los argentinos los próximos 90 días, ya sea desde el plano político, económico e internacional.
En el plano político estamos a menos de 60 días de las elecciones de renovación parlamentaria y ni siquiera se conocen los candidatos, y la propaganda política es inexistente.
En lo económico, si se consigue el apoyo internacional tendremos una mejora sustancial en los indicadores financieros, pero la economía real tendrá 90 días muy duros por delante ya que en el mejor de los casos el piso de la recesión todavía no se avizora.
En el panorama internacional, la desaceleración de la economía norteamericana hace que el comercio mundial disminuya y esta no es una buena noticia para los mercados emergentes. El único dato positivo para nuestro país es que Estados Unidos muestra una brusca baja en el resultado fiscal y esto alienta la posibilidad de que en algún momento disminuyan los subsidios al agro en el País del Norte, hecho que beneficiaría a la Argentina.
Conclusiones
En el corto plazo, a pesar de que se consiga una mega ayuda internacional de 15.000 millones de dólares y una caída del riesgo país por debajo de los 1.200 puntos, estamos obligados a convivir con este escenario.
Las tasas que se abonan por colocaciones a plazo fijo muestran un marcado descenso, no obstante se ubican en niveles muy elevados ya que para grandes colocaciones se consiguen tasas del 15% en dólares y del 24% en pesos.
El contexto internacional nos complica aún más el panorama financiero, producto de los riesgos que emergen de la desaceleración de la economía americana.
Esperamos que la corta semana traiga más tranquilidad a los operadores, pero nos deberíamos acostumbrar a convivir en un escenario de incertidumbre crónica.