Carlos Duclós
Habló reposadamente mientras anunciaba su retorno a la política, pero aclarando que como militante. Pero Antonio Vanrell no tuvo pelos en la lengua a la hora de criticar a los hombres de la Alianza. Con Alberto Natale fue implacable y dijo que fue "la apoyatura política de la última dictadura, mientras la Argentina pasaba su noche más negra". De Horacio Usandizaga recordó sus fugas y que la última fue la del Senado. Durante una entrevista con La Capital el ex vicegobernador santafesino recordó su detención y la comparó, en el marco jurídico, con la de su amigo Carlos Menem, a quien visita dos veces por semana. "A los saqueos en Rosario los provocó Alfonsín, como ahora a los piqueteros los hace De la Rúa", expresó. Mientras hablaba en un distinguido bar de la ciudad, algunos se acercaron a estrecharle la mano. "¿Ve?, esta es la satisfacción que yo tengo", se ufanó. -Hay quienes dicen que en el affaire del Senado usted fue el pato de la boda, ¿es cierto? -No creo que haya sido el pato de la boda. Sí creo que nunca se aclaró bien aquel episodio y sería justo analizarlo en la responsabilidad que cada uno tenía. Yo fui electo en la fórmula Reviglio-Vanrell y me tocó ser el presidente de la Cámara de Senadores, pero la estructura administrativa de la Cámara no la maneja el vicegobernador. Y, además, el vicegobernador ni tiene firma en ninguna cuenta bancaria y tampoco tiene fondos propios. -Pero hay mucha gente que dice que Vanrell se la llevó toda... -Mire, desde que ocurrió aquello yo me quedé en Rosario, vivo en la misma casa de siempre, mi señora sigue trabajando en Pami como hace veinticuatro años y nunca fue jefa. A mí me pueden ver en forma permanente por la calle. Hace once años que fui investigado por la Justicia y no tengo ninguna situación que me complique y mi patrimonio está a la vista. -¿No existieron irregularidades en el Senado? -Creo que sí, que hubo irregularidades administrativas, pero no fueron irregularidades que me competen, ni siquiera era yo el que tenía que observarlas. En última instancia, los senadores tenían todo un instrumento institucional para hacer las observaciones pertinentes. Ellos tenían todo el instrumento necesario para ver en una boleta de compra de juguetes, que es el caso más conocido, si era de una empresa que no existía. Yo no veía las boletas y jamás tuve una factura en mi mano. Creo que hubo irregularidades que deben ser imputadas a la administración propia del Senado. -Otras personas dicen que usted, sin tener responsabilidad, se hizo cargo de todo, que tuvo un gesto de lealtad y guardó silencio. -Tuve un gesto de lealtad porque había un gran desconcierto de cómo había sido ese episodio y la mejor forma de colaborar era diciendo las cosas en la Justicia. Tuve un gesto de lealtad hacia el peronismo, tratando de no convertir al caso en un conventillo. -¿Aquello fue la interna peronista, una camita de Reviglio? -No había una rivalidad con Víctor Reviglio. Había distintas formas de pensar la política. Tanto es así que en aquel momentos ellos se encolumnaron con los renovadores de Cafiero y yo fui el único que apostó al triunfo de Carlos Menem. Seguramente hubo una carga emotiva para poder utilizar la situación y descalificarme internamente. No se olvide que yo había ganado en todas las internas. -Salvando la distancia, ¿se puede comparar aquello con lo de Menem? -Desde el punto de vista jurídico es parecido. Fui el primero al que le fijaron la figura de la asociación ilícita, sino no me podían desaforar, ni me podían involucrar directamente en la causa y no me podían detener. Por eso me pusieron esa figura jurídica hoy tan cuestionada por todos, incluso por Alfonsín y De la Rúa. La figura de la asociación ilícita no es compatible con el cargo presidencial y mucho menos con el de gobernador o vicegobernador. -¿Cambió la política desde aquellos tiempos en que usted militaba en los albores de la democracia? -Aquello fue un retorno alegre, festivo. Un retorno en donde la democracia tapaba todo. Porque, claro, tantos años sin poder participar, sin poder hablar. Bueno..., algunos lo podían hacer, porque Natale participó de la dictadura militar. -Aquel peronismo del 83, el del Tati José María Vernet... -El que yo dirigí. -¡Bueno!..., un poco. -No, un poco no. Yo lo dirigí. -Ese peronismo, esa mística en la militancia santafesina, ¿se murió? --No, no se murió. El peronismo del 83 es el mismo que el de ahora. El peronismo tiene razón de ser cuando desde el gobierno desarrolla políticas que le sirve a la gente para vivir mejor. -Pero aquella mística se perdió, especialmente con el advenimiento de una figura como la de Carlos Reutemann. -No. En la provincia de Santa Fe en muchos lugares el peronismo sigue ganando y obviamente el gobernador es peronista. Aunque sí creo que se ha desvirtuado mucho esa mística en la ciudad de Rosario. Aquí se entró en una situación de críticas internas, hay una pésima lectura de la realidad. Es responsabilidad de los peronistas rosarinos, entre los cuales me empiezo a incluir, reformar eso. -¿Se acuerda cuando le achacaron ser el mentor de los saqueos en Rosario? -Eso fue una patraña terrible. Aquello fue muy espontáneo por la hiperinflación y la necesidad que había en el país. Los saqueos los provocó Alfonsín como los piqueteros ahora los hace De la Rúa. Yo no tuve nada que ver con los saqueos. -¿Qué opina de Hermes Binner? -Es una buena persona. Tan buena persona que el primer trabajo se lo di yo. El fue vicedirector del Hospital Centenario porque a través de unos amigos nos pidió ese puesto y se lo dimos. -La pregunta apunta a su gestión. -Bueno, esta es una intendencia gris que tiene una buena gestión en salud. Ahora en seguridad, transporte y obras públicas es muy pobre. -¿Qué piensa de Natale? -Algún día habrá que analizar seriamente su responsabilidad en la historia argentina. Es uno de los hombres que fue apoyatura política en un momento en que la Argentina pasó la noche más negra. Acá desaparecía gente de una forma imprudente y él era intendente de Rosario. Fue un hombre de la dictadura. -¿Usandizaga? -Fue producto de una circunstancia y luego siempre tuvo actitudes de fuga. Se fugó cuando dijo que con Menem no se podía vivir. Y la última: fíjese que no estuvo ni para votar en el Senado. La representatividad de Usandizaga a nivel nacional es muy pobre. Cada vez que hubo que jugar un destino serio, se fue. Pero esto no es nuevo en los radicales, se fueron siempre. La historia del radicalismo es la historia de las fugas. -¿Retorna a la actividad política? -Sí, retorno a la actividad política pero a la militancia. Yo siempre fui un militante que las circunstancias en algún momento me hicieron ocupar algún cargo electivo. Creo que eso de los cargos, es una etapa que pasó, aunque si a mí me plantean responsabilidades institucionales yo tengo menos responsabilidad que la de haber participado en un gobierno militar siendo una apoyatura a la tortura. No tengo ese estigma. -¿Para quien es ese mensaje? -Esto es para Natale, para la conducción del PDP en Rosario, no en los pueblos del interior de la provincia. -Hay quienes sostienen que Vanrell tuvo el valor de enfrentar la realidad. ¿Hay hipocresía en la política? -Sí, hay picardía e hipocresía. Bueno, Natale habla de democracia, fíjese. Usandizaga habla de guapeza y renunció. Chacho Alvarez después de votar el impuestazo de Machinea, la nueva ley de ordenamiento sindical, después de votar todo se fue. Huyó después de hacer el mal. -¿En el peronismo no hay hipocresía? -Y..., también hay, pero ahora no voy a decir de quién. -¿Cómo califica a este gobierno de la Alianza?
| Vanrell anunció su vuelta a la política en el PJ rosarino. | | Ampliar Foto | | |
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