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Un ejemplo de vida y vocación de servicio

Soy hijo de Barrancas, mi extinto padre era andaluz, verdulero y mecánico dotado de mucha chispa. Los parroquianos lo bautizaron "Chiquillo". Así fue que en la década del 20 nacía quien hoy es el presidente comunal de esa localidad, don Miguel David Mesegué, con quien compartí la misma escuela. Hoy nos consideramos amigos. Este funcionario lleva más de treinta y seis años consecutivos en su puesto, tiene 76 años, y no le pesan para seguir en la lucha. Transformó la localidad. Las calles de tierra fueron pavimentadas en su totalidad, se contruyeron viviendas en nuevos barrios, con agua, luz, gas. Lo más significativo es que nunca cobró sueldo, ni lo cobra, todo lo realizó y realiza con capacidad y honradez, dones éstos que seguramente adornan su personalidad. Un grupo numeroso de vecinos de Barrancas le rindieron un homenaje el 20 de julio pasado, en la ciudad de Rosario, frente al Monumento a la Bandera. En esa oportunidad todos concurrieron vestidos de gauchos y montados a caballo. Llegaron portando una enseña patria que fue entregada para el Monumento y plaquetas recordatorias dedicadas al señor Mesegué. Todo un verdadero ejemplo. Lo que me llamó mucho la atención es que ese día no asistió el intendente de Rosario. ¿No estuvo enterado del acto? ¿Su agenda no se lo permitió? Durante el homenaje estuvieron presentes las fuerzas vivas, cuerpo de Bomberos Voluntarios, amenizado por danzas folclóricas, recitados, entre muchas cosas más. Una verdadera fiesta.
Francisco López