Año CXXXIV
 Nº 49.213
Rosario,
domingo  19 de
agosto de 2001
Min 9º
Máx 11º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





El viaje del lector
Sudáfrica: La casa de la naturaleza

Juan Paulé de Avalis

Sudáfrica fue escenario de convulsiones sociales y políticas por las riquezas naturales que poseía: oro, diamantes y abundante flora y fauna. Los primitivos aborígenes fueron dominados por británicos, holandeses y en menor escala por los portugueses. Estos se dedicaron a explotar la tierra pero luego los ingleses los obligaron a ocupar el nordeste del país donde se fundaron dos comunidades, el Free State Grange y el Transvaal.
Una de las bellas metrópolis del país es Ciudad del Cabo, que ofrece interesantes contrastes con sus montañas, agua, planicies y una exuberante vegetación variada y exótica. Entre sus plantas se encuentran los baobab, una especie que distingue al país.
A 60 kilómetros de Cape Town se halla el Cabo de Buena Esperanza, lugar donde se unen el océano Indico y el Atlántico. Las diferencias de color hacen entrever la división de las aguas. Desde la torre se admira un paisaje espectacular de playas con arenas blancas, ondas marinas y la vegetación verde brillante.
En la localidad de Oudtsoorn está el criadero de avestruces, animales que se pueden montar, disfrutar de su exquisita carne y observar la cantidad de artesanías que pueden realizarse con las plumas y la piel.
En la Ruta Jardín, que como su nombre lo indica es espléndida por su flora, existen variadas plantas y flores autóctonas. Las cuevas de Congo están cerca. No hay que perdérselas. Allí se pueden ver estalactitas con miles de años.
El zoológico cuenta con cocodrilos, tigres, leopardos y monos chitas, tan agradables que se les puede acariciar y jugar con ellos. Allí también se encuentra un serpentario con las especies más variadas, desde una simple víbora hasta las temidas mamba negra y cobra del cabo, que producen la muerte instantánea.
El recorrido de la Ruta Jardín atraviesa zonas residenciales y pequeñas poblaciones costeras disfrutando de un espectacular paisaje de mar y montañas.

Explorando la selva
El Parque Nacional Kruger es un verdadero santuario de fauna africana con 19.000 km2 de superficie. Lo habitan una numerosa variedad de mamíferos, reptiles y aves.
En un día y medio de safari se puede conocer solamente la tercera parte del parque. Los recorridos comienzan al amanecer con la presencia asombrosa de un sol rojo como el carmín que ayuda a observar a los animales de cerca. Los tours se realizan en automóviles, ómnibus chicos y camionetas 4x4.
Los monos e impalas (ciervos parecidos a "bambi"), parecen "posar" para las fotos que captan los visitantes.
El rugir de los automóviles no asusta a los animales, acostumbrados al sonido. Por esto no hay riesgos en el parque, siempre y cuando se vaya con un guía conocedor del terreno.
Siguiendo el tour se llega a Durban, donde se disfruta de las playas y las cálidas aguas del océano Indico. Esta ciudad comercial posee un puerto colorido, lleno de yates y embarcaciones de todo tipo. El jardín botánico es majestuoso, con una inimaginable cantidad de árboles y plantas. En el centro de la ciudad se ubican los locales comerciales. Allí se puede visitar el mercado hindú, donde se consiguen artesanías como máscaras, labores en cobre, bronce y cerámica.
Sun City es un centro de atracciones con casinos, juegos, espectáculos y hoteles de cinco estrellas.
Hoy Sudáfrica, bien llamada "la casa de la naturaleza" ofrece al viajero, experiencias incontables, con autopistas excelentes y modernas, junto con las mayores riquezas en minerales, flora y fauna.
Julia Paulé de Avalis


Notas relacionadas
¿Cómo participar?
Diario La Capital todos los derechos reservados