A 190 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Juan, en el departamento de Iglesia, atravesando un camino en excelente estado, se llega a la estancia Guañizuil, enclavada en la imponente cordillera de los Andes, a nada menos que 1.900 metros sobre el nivel del mar. Allí la naturaleza se brinda a través de sus paisajes. A esa altura reina la soledad y la quietud.
Rodeada de este fantástico escenario se encuentra Guañizuil, desde donde se divisan montañas con sus cumbres nevadas, bajo un cielo majestuoso y brillante. Los pequeños espejos de agua reflejan los maravillosos cuadros naturales, ajenos a toda contaminación, en un entorno plácido en el que algunas especies animales se mantienen a salvo de la extinción.
Aventura y riesgo de montaña
La estancia Guañizuil cuenta con un predio de más de 265.000 hectáreas, por donde cruza la ruta internacional 150, que une nuestro país con las playas de La Serena, en Chile.
Desde allí se pueden realizar múltiples actividades. Se organizan circuitos de trekking, cabalgatas, mountain bike, paseos en sulky y excursiones de observación de flora y fauna silvestre que incluyen safari fotográfico. También, en los ríos aledaños se practica la pesca con mosca y raffting. Los aventureros emprenden largas caminatas y acampan en la alta montaña, mientras otros prefieren las excursiones en vehículos 4x4 con circuitos establecidos. Otras opciones son la práctica del turismo minero, rappel y tirolesa.
Dentro de las actividades rurales se realizan preparados de tierras para cultivos orgánicos, poda, cosecha de frutas y verduras, además de la elaboración de dulces y artículos regionales, junto con la elaboración de comidas vegetarianas y criollas.
Guañizuil también es punto de partida para conocer importantes centros turísticos como el Valle de la Luna, que se encuentra a 300 kilómetros; el Parque Nacional San Guillermo, a 150 kilómetros, y el dique Cuesta del Viento, a sólo 25 kilómetros. Para ello la estancia cuenta con equipo de comunicaciones y transporte.
Una villa italiana en la Puna
Una auténtica casa de campo totalmente equipada se ubica a 190 kilómetros de la ciudad de San Juan, en Tudcum. Se trata de la posada Villa Italia que ofrece una estadía privada y exclusiva. La capacidad es para 9 personas y cuenta con una apacible sala de estar, galería abierta al patio íntimo del nogal centenario, parrillero y horno de barro, cocheras cubiertas y teléfono para ser usado con tarjetas prepagas. Los tres dormitorios, así como la sala de estar, están decorados con piezas autóctonas de la colección familiar.
En el comedor de campo, atendido por Virginia Cordeiro, chef dedicada a la cocina tradicional, se sirven apetitosos platos criollos impregnados de los sabores cotidianos de Cuyo, y menús adecuados a la época del año.
En invierno el clima es seco y frío durante el día, mientras que de noche las temperaturas descienden a bajo cero. El viento zonda limita las actividades al aire libre, pero en época de las grandes nevadas en la cordillera, desde el lugar se obtiene un espectáculo deslumbrante donde las majestuosas cumbres se yerguen imponentes en el horizonte.