Domingo Celsi
Finalmente llegó la hora, después de la solución del conflicto con los futbolistas, el torneo de Primera B Nacional pone primera y Central Córdoba se presentará esta tarde aquí en el estadio Bautista Gargantini del parque General San Martín frente a Independiente Rivadavia para afrontar su debut en el campeonato más importante del ascenso. La actualidad de ambos equipos es parecida. Los dos han renovado prácticamente sus planteles y tienen como principal objetivo mantenerse en la categoría. La nueva temporada del torneo incluye profundos cambios en el sistema de juego del torneo, cuyo desarrollo contempla tres instancias de competencia, siete descensos y una inactividad de más de seis meses para aquel equipo que se consagre campeón y logre el primero de los dos ascensos a primera. La primera variante con respecto al año pasado es que desaparecerán las zonas Metropolitana e Interior y los 25 equipos se enfrentarán entre sí de acuerdo a un modelo de juego más federal. La primera etapa medirá a los equipos todos contra todos en una sola rueda y aquel que sume la mayor cantidad de puntos ascenderá directamente a la primera división. De esta manera, el campeón de la temporada no intervendrá en ninguna competencia oficial durante el primer semestre de 2002. Quizás por este modelo la mayoría de los equipos buscó conformar planteles competitivos para buscar el primer ascenso y no tener que pasar sobresalatos en la segunda etapa. Pero los charrúas son el otro extremo. Con mucho esfuerzo el cuerpo técnico del equipo de Tablada logró armar un equipo que tiene muy en claro cuál es su objetivo, más allá de que con el correr de las fechas puede mezclarse en la lucha por el ascenso. Córdoba sale a jugar con el descenso acosándolo, pero confiando en que puede darle pelea al más pintado y quizás, como en la temporada pasada, sorprendiendo a todos cn un lugar entre los mejores.
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