El nivel de empleo privado cayó en el Gran Rosario por tercer mes consecutivo, al igual que en el Gran Buenos Aires y Córdoba. Las estadísticas oficiales de julio indican que la baja fue del 0,9 por ciento, lo que significa que en la ciudad hay cerca de mil puestos de trabajo menos. Además, se registró un aumento de los trabajadores suspendidos y del personal afectado por los conflictos laborales. La pérdida en este período es mayor a la que se dio en junio de este mismo año, cuando la baja del 0,1 por ciento significó la desaparición de poco más de cien empleos. Lo cierto es que en los últimos cuatro meses, en los tres conglomerados relevados se perdieron 40 mil puestos de trabajo.
Los datos se desprenden de la Encuesta de Indicadores Laborales que realiza el Ministerio de Trabajo de la Nación mensualmente en el Gran Buenos Aires, el Gran Rosario y el Gran Córdoba. Al igual que en los indicadores de junio, la cartera nacional trabajó con encuestas en 204 empresas con 13.206 puestos de trabajo, que representan a los 111.453 asalariados formales del universo.
En el Gran Buenos Aires la caída fue del 0,5 por ciento, que equivale a la pérdida de 8.500 puestos de trabajo. La baja en Córdoba fue mayor comparada con Rosario. Con un índice de un 1,1 por ciento, la ciudad mediterránea vio perder 2.200 ocupaciones durante el mes pasado.
La comparación anual de los niveles de empleo también se presenta como negativa en las tres ciudades más importantes del país, aunque Córdoba es la que presenta la caída más importante con un índice del 2,9 por ciento. En Rosario la baja anual fue del 0,8 por ciento, mientras que en el Gran Buenos Aires alcanzó el 1,7 por ciento.
En los tres conglomerados urbanos relevados por el ministerio, la evolución negativa del empleo alcanzó a todas las modalidades de contratación, mientras que sólo en Córdoba y en Rosario aumentaron los despidos.
Pocas incorporaciones
Si bien en las tres ciudades disminuyó la incorporación de personal, es en Rosario donde la tasa de entrada, que mide las incorporaciones, disminuyó más significativamente. Y tanto en Córdoba como en Rosario, a diferencia del Gran Buenos Aires, todas las modalidades de contratación registraron disminuciones del personal.
Pero la reducción de los niveles de empleo no afectó a algún nivel en particular, sino que se registraron en todas las categorías. Así, hubo bajas tanto de personal jerárquico como de personal de producción y auxiliares de los tres conglomerados.
De la misma manera, se registró una caída de los puestos de trabajo en la mayoría de las calificaciones. Es decir, se vieron afectados profesionales, técnicos, operarios y personal que ocupaba puestos sin calificación.
Mientras que en el Gran Buenos Aires las contrataciones de personal se dieron tanto por el aumento de la demanda como por las reorganizaciones funcionales de las empresas encuestadas, en Córdoba y en Rosario las incorporaciones se dieron sólo por la reorganización de las firmas.
Y las expectativas para el futuro no parecen alentadoras. El informe de la cartera de Trabajo prevé que "el indicador que tiene en cuenta los cambios esperados se presenta negativo para los próximos tres meses en los tres conglomerados".