Sergio Roulier
El arzobispo de Rosario y vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Eduardo Vicente Mirás, tiene la impresión de que "ya nadie acata ni confía en los programas del gobierno". El prelado también se refirió al ánimo de los rosarinos, a quienes ve con miedo, tristes y desesperanzados. Para enfrentar la realidad que se vive por estos días, Mirás saludó la ayuda oficial que viene desde los estamentos estatales, pero exhortó "a salir del asistencialismo e ir a la promoción", y ver "cómo promover el desarrollo y la creación de empleo". El arzobispo también reclamó limpieza y seriedad en la distribución de los programas públicos de empleo. Pidió que éstos sean repartidos desde el Estado y a través de organismos con mayor responsabilidad para que lleguen a los más necesitados. "A nadie se le escapa que los punteros políticos han utilizado los planes Trabajar para lograr más adeptos", señaló el purpurado. En una entrevista que mantuvo con La Capital, Mirás no se apartó demasiado de los contenidos del último documento del Episcopado sobre la crisis social. En esa oportunidad, los obispos advirtieron sobre el peligro de una "anarquía social" que puede derivar en "consecuencias imprevisibles". Se trató del tercer pronunciamiento del mismo tono en los últimos nueve meses. El máximo representante de la Iglesia en la ciudad habló sobre la situación local después de la llegada de dos ministros de la Nación (Patricia Bullrich y Juan Pablo Cafiero) para reforzar la asistencia social frente al índice de desocupación (20,2 por ciento) en el Gran Rosario. -La Iglesia advirtió sobre una posible anarquización si no hay salida para la crisis social... -Porque da la impresión de que ya nadie acata ni confía en los programas de gobierno. Los obispos no quieren que se desborde el orden institucional porque se volvería a épocas muy oscuras. -¿Cree que un posible desborde está muy cerca? -No se lo sabría decir. Todos los días hay manifestaciones en relación a los problemas (sociales y laborales) que son reales. Y eso crea un clima de miedo en la gente. -¿Los cortes de calle y huelgas no se terminan volviendo en contra de la población y crean un conflicto entre la misma gente? -Lo dice el documento (de la Conferencia Episcopal): todo lo que incida en los derechos de los demás está mal. Uno tiene el derecho de protestar y de ir a la huelga, pero cuando esto se desborda o incide en el derecho de los otros se cae en lo que usted dice, la pelea entre nosotros. -Esta semana llegaron a Rosario los ministros de Trabajo, Patricia Bullrich, y de Desarrollo Social, Juan Pablo Cafiero, para reforzar la asistencia social. ¿Esta ayuda llega tarde? -Las ayudas siempre son bienvenidas. Pero, en definitiva, se trata de un souvenir a las dificultades por el camino del asistencialismo. La asistencia social está prevista para momentos catastróficos, no digo que ahora no se esté en uno de esos períodos, pero del asistencialismo hay que salir a la promoción. Lo importante que deben hacer la sociedad y el Estado es pensar en cómo promover el desarrollo y crear empleo. -¿Cómo evalúa el mecanismo de distribución de los planes laborales que subsidia el Estado? -La distribución tiene que ser limpia y los planes Trabajar no deben ser usados para que los punteros políticos crezcan en adeptos. Nadie ignora que los punteros han utilizado los programas laborales, no para quedarse con el dinero, sino para lograr más adeptos. El reparto debe ser serio y mediante estructuras del Estado responsables para que lleguen a los que tienen necesidades. Y si no alcanzan, deben llegar a los más necesitados. -¿El reparto de planes se puede hacer a través de la Iglesia mediante Cáritas o la Pastoral Social? -No hay infraestructura para eso. Pasaría algo parecido, en el sentido de que se le daría a la gente que se conoce desde la Iglesia y no para todos los que más lo necesitan. -En Rosario habrá más planes laborales pero con menores retribuciones, ¿qué le parece? -Será repartir lo mismo entre más manos. Hay que buscar mecanismos para crear puestos de trabajo. -¿Cómo ve por estos días el ánimo de los rosarinos? -La gente está desesperanzada y triste. Hay cada vez más personas sin trabajo y sin poder conseguirlo.
| Mirás brega por que el Estado reparta los planes. | | Ampliar Foto | | |
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