Albuquerque. - El presidente estadounidense, George W. Bush, pidió ayer a palestinos e israelíes, contener la creciente oleada de violencia que causó la muerte a más de 650 personas, en su mayoría palestinos, desde el comienzo de la Intifada, en septiembre de 2000. Mientras tanto, el Departamento de Estado norteamericano se pronunció en contra de la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU en el conflicto, como solicitaron los palestinos. Bush, que realiza una gira por Nuevo México para promover su plan de educación, lamentó la "excesiva violencia" en Medio Oriente, al tiempo que expresó confianza en que los líderes de ambos bandos unirán sus esfuerzos para lograr la paz. El gobernante, que en las últimas semanas mantuvo contactos telefónicos con los dirigentes de la conflictiva región para que ayuden a detener la violencia, pidió ayer una vez más al líder palestino, Yasser Arafat, que haga todo lo posible por impedir las acciones de terroristas suicidas contra Israel. * Yasser Arafat reclamó una reunión "extraordinaria y urgente" de todos los cancilleres de los países árabes para discutir los pasos a seguir tras la escalada de violencia. Así lo anunció el secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, quien se reunión en El Cairo con Arafat y los cancilleres egipcio, Ahmed Maher, y jordano, Abdulilah al Khatib. "El pedido de Arafat fue presentado oficialmente y propone como tema principal de la reunión las acciones y la intransigencia de Israel", explicó Mussa. * Un grupo de la televisión estatal israelí vivió ayer momentos de pánico cuando de pronto se encontró aislado en la ciudad de Beit Sahur (Belén), y rodeado de una muchedumbre hostil. Uno de los periodistas dijo que agentes de la policía palestina les pidió sus documentos. "Logramos escapar milagrosamente y llegar a Jerusalén", relató a la radio militar israelí. Aún no se conoce la versión de las autoridades palestinas al respecto. En Belén y en las vecinas localidades de Beit Jala y Beit Sahur reina un clima tenso luego de las repetidas maniobras militares de las fuerzas israelíes. * El ministro palestino de Agricultura, Hikmat Zeid, anunció que desde hoy la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuyo presidente es Yasser Arafat, impondrá un boicot sobre los productos israelíes. "A la luz de las acciones de Israel durante más de diez meses de Intifada, y de las dificultades que causa a los funcionarios de mi ministerio, la ANP decidió imponer un boicot, aunque ello signifique que no habrá determinados alimentos en las zonas autónomas", dijo Zeid. En declaraciones a la radio estatal israelí, Zeid explicó que no permitirán la entrada de frutas y verduras israelíes a los territorios de Cisjordania y Gaza en los que rige la autonomía palestina.
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