Más de trescientos policías de las ciudades rionegrinas de General Roca y Cipolletti se encontraban anoche "en estado deliberativo" en rechazo al ajuste salarial, mientras el gobierno advirtió que no habrá diálogo con los uniformados rebeldes "hasta que no depongan su actitud". El ministro de Gobierno, Esteban Rodrigo, minimizó la medida al indicar que serían "unos 60" efectivos los que protestan, aunque fuentes policiales indicaron que los uniformados en "estado deliberativo" son unos 200 en Cipolletti y 120 en General Roca. Sin embargo, como primera consecuencia de la medida de fuerza de los policías, los bancos no abrieron sus puertas a modo de prevención ante la falta de seguridad. La protesta comenzó el lunes a la noche en la comisaría cuarta de Cipolletti y luego se extendió al resto de las unidades de esa ciudad y a las de General Roca. Los uniformados rechazan recibir una parte de sus salarios con vales y que se les hayan recortado las asignaciones familiares y reclaman que el gobierno deje de abonar sus haberes con retraso. En el resto de la provincia los policías seguían con atención en desarrollo del conflicto, pero hasta última hora de ayer ninguna otra unidad se había plegado a la protesta.
| |