La ley 24.305, que dio marco al programa de lucha contra la aftosa, contemplaba que en caso de que reapareciera el mal se debía indemnizar a los propietarios de los animales sacrificados a través del rifle sanitario. A tal efecto, el Estado contrató un seguro con el Banco Provincia de Buenos Aires para cubrir esta posible eventualidad. En rigor, entre agosto, setiembre y octubre del año pasado, se aplicó rifle sanitario a más de 2000 cabezas en la zona de Formosa y Corrientes, según informaron en el Senasa. Existen reclamos por parte de unos 80 productores ganaderos de esas regiones, que dicen no haber recibido esas indemnizaciones. Un ex funcionario del organismo sanitario afirma que fueron girados en ese período alrededor de 450 mil dólares hacia la provincia de Corrientes y otros 250 mil para Formosa. Aseguran que esos fondos no los cubrió el seguro porque en el país no se había declarado que había aftosa. "Fue una decisión política del Estado", aseguró la fuente que prefirió la reserva. Por otra parte, la póliza contratada caducó el 31 de enero de 2001, dos meses antes de que Argentina declarara oficialmente los primeros focos. Dado la magnitud de rebrote, y en virtud de que ninguna compañía se haría cargo del riesgo, el seguro nunca fue renovado. Consultado acerca de quién se hace cargo de los costos del rebrote, el ex funcionario señaló que el Senasa recauda al año alrededor de 150 millones de pesos por los servicios que brinda y que va a renta general de la Nación. El presupuesto asignado para el organismo es de 90 millones y los 60 millones que el gobierno anunció que va a invertir para revertir la enfermedad salen de esos ingresos que "sobran". "En definitiva lo termina pagando el productor ya que el Senasa cobra por los servicios de certificaciones ya sea de semillas o productos alimenticios", aseguró.
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