Alentados por la curiosidad de saber si las canciones compuestas por la dupla integrada por el músico Gustavo Cuchi Leguizamón y el poeta Manuel Castilla eran realmente como las conoce el gran público en la actualidad, Liliana Herrero y Juan Falú terminaron haciendo un disco de corte intimista, recatado y profundo sobre las raices de la música popular argentina. Con la mira puesta en homenajear a los dos ilustres salteños, los intérpretes moldearon "Leguizamón-Castilla", un disco con doce temas grabado y mezclado en el estudio Circo Beat de Buenos Aires, propiedad de Fito Páez, y que apareció en enero pasado.
Entre los temas rescatados para la memoria folclórica se encuentran la chacarera "El rococo", los archiclásicos "Lloraré" y "Zamba del pañuelo", "Serenata del 900", "Juan del monte" y "Zamba de Lozano". También aparece como una joya "Carnavalito del duende", la primera obra que el Cuchi y Castilla firmaran en conjunto.
El disco tiene ecos de los años 70, la época en que las canciones del emblemático dúo salteño tuvieron su mayor difusión en la voz y los instrumentos de innumerables artistas populares. Pasados esos años, el repertorio de Leguizamón y Castilla se constituyó en una referencia insoslayable del folclore argentino.
Además se pueden escuchar otras canciones famosas como la romántica "Cartas de amor que se queman". También, la hasta ahora casi desconocida "Canción del que no hace nada". Cierran la docena de temas "La cantora de Yala" y "Me voy quedando", que en el disco tiene el aporte del piano de Fito Páez.
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La Ciudad
