Rugby: Jockey ganó la primera final del Regional

Pablo F. Mihal

Emotivo e intenso por donde se lo mire. Duendes y Jockey regalaron ayer un partidazo en la primera final del torneo Regional del Litoral. En el balance final del primer chico, el triunfo fue para los hombres de Fisherton que en su incursión a Las Delicias vencieron al local por 33 a 30. Sin embargo, Duendes estuvo muy cerca de que la historia fuera otra.
Fueron ochenta minutos disputados al máximo, con dos tiempos netamente marcados en favor de cada equipo. El primero donde se vio lo mejor del Jockey y el segundo, donde Duendes repuntó y exhibió gran parte de sus virtudes.
Desde el arranque mismo del encuentro ambos equipos mostraron sus ganas de jugar. Contrariamente a lo que venía sucediendo en los últimos clásicos, ésta vez jugaron muy abierto y arriesgaron, y tuvieron sus premios y sus castigos.
Los errores más grandes pasaron por la toma de decisiones, pero quizás puedan ser justificadas primero por la instancia que estaban jugando (con los nervios propios que ésta genera) y además por la jerarquía del rival que tuvieron enfrente.
Durante el primer tiempo Jockey fue más sólido que su rival, por momentos jugó muy bien y aprovechó cada error de Duendes para marcar. Atacando, Jockey mostró lo de siempre, esa peligrosidad que tiene de tres cuartos de cancha hacia adelante. En esa porción del terreno, con la pelota en su poder, el verdiblanco no perdona, o por lo menos obliga a desdoblar los esfuerzos de cualquier defensa, incluso una muy buena como la de Duendes.
Pero en el complemento Duendes demostró que no estaba muerto y que por algo había llegado a la última instancia del torneo. El juego de los verdinegros comenzó a crecer y de a poco se fue instalando en terreno contrario. Como si se hubieran invertido los roles fue Duendes el que pasó con una gran dosis de temperamento a dominar el panorama. Paralelamente, Jockey se fue desordenando y comenzó a cometer errores que no había hecho en el primer tiempo.
El partido comenzó a ser otro. Cambió el ánimo de los protagonistas y la emotividad comenzó a instalarse a los costados de la cancha. El resultado estuvo para cualquiera, de hecho hubo dos situaciones no advertidas por el árbitro que pudieron cambiar la suerte del mismo. La primera un try penal en favor de Duendes y la otra una infracción a Camilo Boffelli en la jugada del try de Preumayr.
Estos hechos ya son anecdóticos. Ahora restan sólo ochenta minutos, que a juzgar por lo expuesto ayer serán dignos de una verdadera final de dos grandes equipos. La exigua diferencia de tres puntos no es determinante. Jockey irá por la media corona que le queda. Duendes, por el cetro entero.

Spirandelli deja en el camino a Bilbao, su marcador.