Lima. - El depuesto presidente de Perú, Alberto Fujimori, afirmó ayer desde Tokio que el nuevo mandatario peruano, Alejandro Toledo, recibe un país que ya tiene cimentadas "bases sólidas" para construir su desarrollo. Fujimori cumplió ayer en la capital japonesa un solitario cumpleaños, a miles de kilómetros de su país.
En un mensaje dirigido a sus compatriotas a través de su página web de Internet, Fujimori afirmó que celebraba la jornada con nostalgia por estar lejos de su país, y expresó su deseo de "que Perú siga construyendo su propio camino hacia el futuro".
Fujimori recordó que el 28 de julio de 1990 tomó las riendas "de un país arruinado, colapsado" y que "la galopante hiperinflación, el terrorismo, la extrema pobreza, el permanente riesgo de la guerra, son sólo algunos títulos en la larga lista que heredé".
"Este 28 de julio es distinto; mi gobierno, con errores que reconozco, dejó cimentadas las sólidas bases para el desarrollo y para un Perú posible", agregó.
El 20 de noviembre del año pasado, el Congreso peruano destituyó a Fujimori por "incapacidad moral" y rechazó una carta de renuncia enviada por éste desde Tokio, donde se encuentra refugiado desde entonces al amparo de leyes locales que impiden que se lo extradite a Perú en virtud de su nacionalidad nipona.
Fujimori también afirmó que "Perú entra en una nueva etapa gracias al esfuerzo de cada uno de los peruanos para salir del oscuro túnel que atravesábamos al inicio de los 90" y que "en esta nueva etapa de la consolidación definitiva del país, estaré atento en la defensa de los derechos del pueblo".
Tras saludar a los peruanos, solicitó finalmente a sus adversarios políticos "que han vuelto al gobierno después de 10 años", que reflexionen sobre su labor, y señaló que "el pueblo les dio el respaldo para hacer política, pero sobre todo para hacer Perú".
Cumpleaños melancólico
Lejos del país que alguna lo vio como su ídolo y detestado por millones de personas que no perdonan el autoritarismo y corrupción de su gobierno de una década, Alberto Fujimori cumplió ayer 63 años de vida.
El cumpleaños encontró a Fujimori refugiado en la lejana Tokio y coincidió con la posesión en Lima como nuevo presidente del Perú de uno de sus mayores enemigos políticos, Alejandro Toledo. Durante los años pasados, el ex presidente, complacido con el culto a la personalidad que impulsaban sus seguidores, aprovechaba las circunstancias para festejar pomposamente el día.
El hecho de que el cumpleaños coincidiera con la celebración del Día de la Independencia solía ser presentado por fanatizados seguidores como una premonición del rol que la historia peruana le reservaba al hijo de inmigrantes japoneses.
Ayer, en Lima, se ignoraba con quién pasaba el día el ex mandatario en Japón, el país en el que ha encontrado un abierto apoyo político. El Congreso del Perú, donde tomaba posesión Toledo, mostraba la presencia de otro cumpleañero, el polémico presidente venezolano Hugo Chávez. Otra coincidencia que los críticos, tanto del ex mandatario peruano como del gobernante venezolano, han aprovechado para señalar los supuestos parecidos entre ambos.