Las dudas generadas en torno del tratamiento del programa de recortes por el Senado y sobre el monto salarial sobre el cual se le aplicará reducciones desató ayer una ola de ventas en el mercado local, mientras el riesgo país subió hasta 1.417 puntos básicos durante una jornada de escaso movimiento. De esa forma, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires perdió 3,52% y los bonos 1,68%. Las tasas interbancarias se mantuvieron dentro de los rangos de la víspera. "La controversia generada respecto al tratamiento del plan de reducción fiscal en el Senado preocupó a los inversores", indicó Guido Tavelli, vicepresidente de la casa bursátil Tavelli. "Sucedió lo mismo con el tope salarial a partir del cual se recortarán las remuneraciones estatales. Todo originó una gran incertidumbre", acotó. El problema es que hechos concretos no hay, aseguran en el mercado. Para colmo, se difundirán indicadores macroeconómicos de peso la semana próxima. Por el momento, se prevé que las noticias no serán entonces muy buenas. Cada una de estas inquietudes se reflejaron en el riesgo soberano. Según el marcador de Mercados Emergentes de Bonos (EMBI+) de JP Morgan, trepó 36 puntos básicos en relación a anteayer. Esas declaraciones fueron ignoradas por la city porteña. En rigor, se debió a una disparidad de ópticas. Para muchos inversores, el gobierno está actuando en forma tibia. En tanto, los políticos adoptan posturas inviables. En cambio, para el grupo de investigación The Economist Intelligente, Argentina, Turquía y Brasil son las plazas emergentes con mayor riesgo de incumplimiento. Al mismo tiempo, señaló que los mercados emergentes incrementarán sus riesgos este año. Esta tendencia seguirá vigente en el 2002. Por ese motivo, las naciones con mayor necesidad de financiamiento son los más vulnerables a una reducción de sus posibilidades de crédito. Esta situación se agravará en el casos de los países con sistema de convertibilidad, como Argentina. En estos casos surgirán más inconvenientes. En este escenario, el volumen de transacciones en la Bolsa porteña fue escaso. A diferencia de otros años, esta disminución no respondió a las vacaciones de invierno. Más bien, muestra el paso al costado que dieron los inversores. De esa forma, se operaron 14,2 millones de pesos en acciones. En renta fija, se negociaron 19,9 millones. Los títulos públicos acusaron toda la incertidumbre. El indicador MBA de bonos argentinos subió 1,09% en dos ruedas. En cambio, retrocedió 19,48% respecto a un mes atrás, y 19,7% en lo que va del 2001. Por su parte, el índice Merval aumentó 0,9% en dos días. Pero perdió 19% en lo que va de julio. Las bolsas de referencia no ayudaron. El Ibex madrileño cerró equilibrado con inclinación bajista (0,06%); el Dow Jones cayó 1,76% y el Nasdaq 1,47%. Los ADR argentinos en Wall Street perdieron uno por ciento en promedio. YPF (0,46%) fue la única suba del panel. Mientras tanto, Telefónica de Argentina (4,35%) lideró las bajas. La tasa interbancaria se transó a 20 por ciento en pesos a un días. En cambio, se ubicó en 12 por ciento en dólares.
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