La Casa Rosada permaneció virtualmente desierta ayer por la tarde mientras el Congreso trataba los proyectos del nuevo ajuste acordados entre el gobierno y legisladores del radicalismo. De todos modos, los escasos habitantes que se pudieron hallar expusieron las controversias internas dentro del Poder Ejecutivo sobre los alcances de lo consensuado. Mientras desde el gobierno algunos aún hablaban de un piso de 500 pesos para el recorte de las jubilaciones y los salarios de los estatales, en la Cámara de Diputados esa cifra se elevaba a 1.000 pesos. Un sector, representado por la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, y el vocero del gobierno, Juan Pablo Baylac, insistían en que el recorte sería desde 500 pesos y a medida que subiera la recaudación, se subiría ese piso. El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, consideró "poco probable" que se pueda elevar el piso del ajuste a las jubilaciones de mil pesos a pesar de las subas de impuestos que impulsan los diputados. "Habrá que ver como evoluciona la recaudación", dijo y recordó que para pasar a los 500 pesos de piso el ajuste deberá comprender a los poderes Judicial y Legislativo. En rigor, el proyecto de los diputados ataba la suba de ese piso a la evolución de los ingresos fiscales. Las diferentes versiones sobre un mismo tema y el silencio impuesto por el gobierno a partir del mediodía hicieron crecer las versiones de diferencias internas en el seno del gabinete y hasta se mencionó la posibilidad de que, si el ajuste sale tal como lo impulsa el Congreso, podría "caer la cabeza de algún miembro del Gabinete", señaló una fuente parlamentaria. "Bullrich, (el secretario general de la Presidencia, Nicolás) Gallo y Baylac son los "fundamentalistas que perdieron la batalla porque la semana pasada le hicieron decir a De la Rúa que el ajuste era innegociable y llevaron al país al borde del abismo", dijo un legislador aliancista que reivindicaba como un éxito el acuerdo para subir el piso del recorte a 1.000 pesos. Cuando desde el Parlamento trascendían detalles del acuerdo y los diputados debatían sobre esa base, Bullrich se reunía con Colombo en la Casa de Gobierno y a la salida habló una vez más del piso de 500 pesos. A esa hora, en el Congreso decían que tanto Colombo como el titular de Economía, Domingo Cavallo, estaban conformes con el acuerdo logrado porque "con el ajuste que ellos impulsaban habría un ahorro de poco más de 300 millones de pesos y con lo que nosotros impulsamos esa cifra se eleva a 700 millones".
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