La Cámara de Diputados debatía anoche un proyecto de ley tendiente a generar recursos adicionales y elevar de 300 a mil pesos el piso a partir del cual se aplicará el recorte de sueldos estatales y jubilaciones, siempre y cuando se verifiquen las previsiones de recaudación.
En una tensa sesión, los diputados debatían la iniciativa consensuada anoche con el gobierno nacional, que sólo conseguía el respaldo de radicales, provinciales y cavallistas, pero cosechaba el rechazo del justicialismo, la mayoría de los frepasistas, Argentinos para una República de Iguales (ARI), y el Frente para el Cambio.
La actitud asumida por el presidente del bloque oficialista, Darío Alessandro, de abstenerse de la votación fue la demostración de la diferencias que se mantienen dentro de la Alianza, y que derivó en que 19 de los 24 frepasistas hayan votado en contra del proyecto consensuado entre el gobierno y la UCR.
La deliberación se realizaba en un clima tenso derivada de la protesta que hacían los empleados legislativos en rechazo del ajuste, que impidió contar con la colaboración de los taquígrafos que deben tomar nota sobre el desarrollo de la sesión.
La sesión comenzó a las 18.20, tras una jornada de intensas negociaciones que se celebraron en diferentes oficinas del Congreso, en los cuales los radicales consiguieron la ayuda del justicialismo, que aportó 30 legisladores para conseguir el quórum reglamentario de 130 diputados.
En este contexto, comenzaron los diputados a debatir el proyecto tendiente a generar recursos adicionales por 1.000 millones de pesos, para que los recortes no se realicen en haberes jubilatorios y sueldos de estatales inferiores a 1.000 pesos. Aún así, este nuevo piso operará en la medida que se asegure el déficit cero.
Un aspecto interesante es que por primera vez se discute un ajuste que no sólo se aplicará en el ámbito de la administración pública, organismos centralizados y descentralizados, sino también en los poderes Legislativo y Judicial.
Esta iniciativa, que plasma el acuerdo entre el gobierno y la UCR, contempla también el respaldo a dos iniciativas pedidas por el ministro de Economía Domingo Cavallo, que son la facultad para extender a las cajas de ahorro el impuesto a las transacciones financieras y eliminar exenciones al impuesto a las transacciones bancarias y una modificación del IVA. Además genera recursos adicionales por 1.050 millones que provendrán de un aumento de cuatro puntos de los aportes patronales, suspender la rebaja de las alícuotas de ganancias en salarios superiores a los 1.500 pesos y demorar la rebaja de diez centavos sobre el precio de la nafta.
El tema más controvertido fue el artículo que habilita al gobierno a cambiar el monto a partir del cual se van a producir los recortes. Así, la posibilidad de que el recorte no alcance a los haberes y jubilaciones inferiores a los mil pesos, está condicionada a que no baje la recaudación.
El debate fue abierto por el presidente del bloque de diputados del radicalismo, Horacio Pernasetti, quien afirmó que "a ningún gobierno y menos a ningún Congreso le gusta votar ninguna rebaja salarial", y advirtió que "este descuento en haberes y sueldos es transitorio y solo regirá hasta fin de año". En tanto, José Vitar, uno de los diputados del Frepaso que adelantó su voto contrario al proyecto, aseguró que "se está siguiendo un camino equivocado" y dijo que el Frepaso "presentó otras propuestas para evitar estos recortes que no fueron tomados en cuenta".
Desde el justicialismo, Oscar Lamberto planteó la necesidad de discutir un "fuerte programa de gobierno de unidad nacional", que se diferencie de este ajuste que "se está haciendo el gobierno al ritmo de los mercados y a lo bruto". Además dijo que "acá no está claro que se va a aplicar el recorte por encima de los 1.000 pesos, ya que la ley lo supedita a la recaudación" y señaló que este ajuste "es una metamorfosis de Cavallo a José Luis Machinea, donde se afectan a los sectores de clase media y de bajos recursos".
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La Ciudad
