El obispo de Quilmes, monseñor Jorge Novak, uno de los más firmes luchadores en defensa de los derechos humanos durante la pasada dictadura y de los pobres castigados por la "dictadura de los mercados", falleció ayer a los 73 años, lo que causó un profundo dolor no sólo en la comunidad católica sino también en las entidades sociales a las que iluminó con su ejemplo. El deceso de monseñor Novak, quien estaba a punto de cumplir las bodas de plata al frente de la diócesis, se produjo en la madrugada de ayer en el sanatorio Modelo de Quilmes, donde días pasados había sido sometido a una operación por un tumor cancerígeno en el estómago. El cuerpo de Novak fue trasladado desde la clínica hasta la iglesia catedral de la Inmaculada Concepción de Quilmes a las 11.35, donde una decena de sacerdotes y una joven religiosa trasladaron a pulso el féretro hasta el interior del templo, colmado de feligreses. La llegada del féretro, que en procesión fue ingresado a la Iglesia -enlutada por el deceso- donde ya aguardaban todos los sacerdotes de la Diócesis, fue recibida con profundas escenas de dolor por parte de los fieles y de los prelados, que no cesaban de enjugarse las lágrimas al pasar junto a sus restos. Hoy, las 19, el nuncio apostólico en la Argentina, monseñor Santos Abril y Castelli, oficiará una solemne misa antes de que los restos del obispo sean inhumados en el mismo templo. Monseñor Novak había nacido en San Miguel Arcángel, partido de Adolfo Alsina, en provincia de Buenos Aires, el 4 de marzo de 1928. Ingresó a la comunidad del Verbo Divino, en Rafael Calzada, donde hizo la primera profesión religiosa el 1º de marzo de 1947. El 10 de enero de 1954 se ordenó sacerdote en la misma ciudad bonaerense. Posteriormente cursó estudios superiores en la Universidad Gregoriana de Roma, donde se doctoró en Historia de la Iglesia en el año 1958, y enseñó esa materia en el Escolasticado Verbita de Rafael Calzada, en la Facultad de Teología de Villa Devoto, en el Seminario Mayor de La Plata y en el Instituto Superior de Cultura Religiosa de Buenos Aires. El 7 de agosto de 1976, el entonces Papa Juan Pablo VI lo nombró primer obispo de Quilmes, y el 19 de septiembre de ese año tomó posesión de ese cargo en la iglesia catedral de la Inmaculada Concepción. También se desempeñó como presidente de la Comisión Pastoral de la Salud del Episcopado desde 1997 hasta el año 2000. Novak había sufrido una gravísima enfermedad en el año 1982, durante un viaje que realizó a Costa Rica adonde había viajado para dictar conferencias sobre la defensa de los derechos humanos. El extraño mal que lo aquejó, conocido como "John Garré", le provocó una parálisis total en su cuerpo. El entonces presidente Raúl Alfonsín envió entonces un avión presidencial al país centroamericano para trasladar a monseñor Novak de regreso al país. Durante años padeció la parálisis hasta que logró recuperarse casi totalmente y últimamente ya lograba caminar sin la ayuda de su bastón. Recientemente se le declaró a Novak un cáncer de estómago y se le indicó una intervención quirúrgica que le fue practicada en el sanatorio Modelo de Quilmes. Pocos días después comenzó a desmejorar hasta que ayer se produjo su fallecimiento.
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