El presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona, sentenció el jueves pasado que el seleccionado nacional no jugaría debido a que ya se había licenciado al plantel nominado por el técnico Marcelo Bielsa. Del jueves al domingo, muchas cosas pasaron en torno al pope de la AFA. A tal punto, el sábado declaró públicamente: "Si deciden que lo mejor es ir, voy a aceptarlo, y con los tiempos no habría problemas porque Argentina recién debutaría el viernes". Para no quedar en flagrante contradicción en tan pocas horas, Grondona aclaró que seguía pensando que en Colombia no están dadas las garantías de seguridad y que por tal motivo no iba a hacerse responsable de los resultados "de un viaje en estas condiciones". En cuanto a la parte empresarial, es conocida ya la presión ejercida por la brasileña Traffic, dueña de los derechos televisivos que ya vendió a cien países, muchos de los cuales amenazaron con entablarle juicios millonarios si no se les reponía el dinero en caso de que la copa no se hiciera en la fecha original, del 11 al 29 de julio, para trasladarse a los primeros meses de 2002. En caso de participar, Argentina formará parte del grupo C, que integrarán Uruguay, que recién ayer ratificó su intervención; Costa Rica, invitada por deserción de Canadá, y Bolivia. De ganar la zona, los argentinos jugarían los cuartos de final en Armenia, y de seguir adelante las semifinales en Pereira y la eventual final del torneo en Bogotá. Para la emergencia, el equipo argentino estaría integrado por una mixtura de jugadores del seleccionado Sub 20 que el domingo se consagró tetracampeón del mundo y algunos refuerzos de mayores como Roberto Bonano, Juan Esnaider, Esteban Cambiasso y Guillermo Barros Schelotto.
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