Año CXXXIV
 Nº 49.171
Rosario,
domingo  08 de
julio de 2001
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Un inesperado breve discurso revolucionario

La Habana. - El presidente cubano, Fidel Castro, pronunció ayer uno de sus discursos más breves, tan sólo diez minutos, demostrando que será "más prudente", como prometió tras el desmayo que sufrió hace dos semanas. Castro, vestido con su tradicional uniforme verde olivo, presidió de nuevo la concentración política semanal, esta vez de 20.000 personas, en la localidad de Bejucal, en la provincia de La Habana. Pero, al contrario de hace dos semanas cuando estuvo hablando casi dos horas hasta que se desmayó debido al calor y cansancio, en esta ocasión habló por menos de 10 minutos.
El líder cubano volvió a denunciar la condena de cinco agentes cubanos en EEUU por delitos relacionados con el espionaje. "Aceptemos de nuevo el reto de demoler el infame y cínico proceso seguido contra los cinco heroicos patriotas víctimas del odio y la venganza de la mafia terrorista cubanonorteamericana", dijo. El gobierno de La Habana ha lanzado una fuerte campaña para exigir la liberación de estos cinco hombres, muy similar a la realizada el año pasado para exigir el retorno del niño balsero Elián González.
El Comandante estuvo acompañado en este acto de Bejucal por su hermano menor Raúl, de 70 años.
Castro exhortó a "proseguir el combate contra las leyes atroces y los crímenes del imperio norteamericano". "Nada ni nadie podrá impedir el triunfo de la verdad y la justicia. No hay fuerza en el mundo capaz de aplastar nuestra resistencia ni destruir nuestra independencia", subrayó Castro, cuyas palabras fueron acompañadas de aplausos y lemas antiestadounidenses. En medio de gritos de "Viva la Revolución" y tras asegurar que "habrá socialismo y cada vez más socialismo en Cuba", instó a que "cesen las ilusiones vanas y ridículas", porque el sistema social existente en la isla "no es, no podría ser, la obra de un hombre, sino de generaciones pasadas y presentes". La revolución "es el fruto de heroísmo de un pueblo indomable de millones de cubanos que la sabrán defender hasta la última gota de sangre", subrayó.
Al terminar su discurso, Castro advirtió a "quienes sueñan con el fin del socialismo en Cuba" que no olviden una estrofa de un poema muy recordado en Cuba que expresa: "Si deshecha en menudos pedazos/ llega a ser mi bandera algún día/ nuestros muertos, alzando los brazos/ la sabrán defender todavía".
El líder también anunció en Bejucal que la provincia de La Habana sería la sede este año de la fiesta patriótica del 26 de julio, día en que Cuba conmemora el ataque de las tropas de Castro a un cuartel militar en Santiago de Cuba en 1953, con el que comenzó su revolución contra el dictador Fulgencio Batista.


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