* Alojamiento: en temporada alta es imprescindible hacer reservaciones con anticipación. El resto del año, particularmente durante el invierno, no hay demasiados problemas, aunque conviene saber de antemano dónde desea uno alojarse. En la estación central de trenes varias empresas ofrecen alojamiento en casas privadas, lo cual puede ser una buena idea si es que la casa se encuentra en el centro de Praga. El precio por noche en habitaciones rentadas va de los once dólares en adelante. * Hockey: este deporte que se juega a palos es el que más interesa a los checos, de manera que saber algo sobre él, por lo menos que no intervienen caballos, puede ayudarlo en su trato con nativos. * Museos: el Museo Nacional, la Galería Nacional y el Museo Judío se encuentran repartidos en varios edificios de la ciudad. El más importante es el Wenzelplatz, cerca de la estación Muzeum del metro, y las muestras suelen cambiar, por lo que es imprescindible informarse bien antes de viajar donde se encuentra la colección que uno desea ver. En los museos estatales se paga por colección, pero en el Museo Judío puede comprarse una entrada que incluye todas las exhibiciones, repartidas entre los cinco edificios de importancia del barrio judío. El precio varía entre los dos dólares -uno para estudiantes- en los museos estatales y trece en el Museo Judío. * Restaurantes: aunque en Praga abundan los bistrós y kioscos de comida rápida por un precio módico -dos o tres dólares- también es posible, y más recomendable, hacerlo por el mismo precio en alguna cervecería típica. Las reconocerá por el título Pivnice y porque el menú está escrito sólo en checo, aunque el mozo puede traducírselo al inglés o al alemán. Muchos sostienen que la comida bohemia es impronunciable y desabrida pero no es cierto. También es pesada y grasosa, aunque incluso así recomendable. * Uruguaya: Praga es una ciudad de música. Aquí residió W. A. Mozart, que la llamó «la ciudad que me comprende», y aquí se encuentran también varios museos importantes como los dedicados a los compositores checos Antonín Dvorák y Bedrich Smetana. Sin embargo el suceso musical de este año en la República Checa es, aunque cueste creerlo, Natalia Oreiro. Conocer el contenido de su álbum "Tu veneno" e incluso la letra de su éxito "Cambio dolor" pueden permitirle hacer muchas amistades en Praga.
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