Oscar Lehrer
El seleccionado de Córdoba obtuvo anoche su noveno título de campeón al imponerse a su similar de Entre Ríos por 77 a 62 (parciales 14-22, 34-38, 53-49, 77-62) en la final de la 67ª edición del Campeonato Argentino de Básquetbol, torneo que se disputó en esta ciudad y en la de Santa Fe. De esta manera los cordobeses, repitieron el éxito que habían tenido el año anterior cuando se desarrolló en San Francisco, y por haberse consagrado campeones se hicieron acreedores a un premio de 30.000 dólares, mientras que los entrerrianos recibieron 15.000, dinero aportado por el canal televisivo Espn. El comienzo fue todo de Entre Ríos, que salió decidido a no dejar jugar con comodidad a su adversario y con el aporte de Leandro Palladino y Paolo Quinteros en el goleo, más el de Martín Nogués en la zona pintada, logró sorprender y terminar ganando el cuarto inicial por 22-14. En los segundos diez minutos Córdoba comenzó a levantar su nivel y para eso fue fundamental el ingreso del base Bruno Lábaque, quien aportó gol y le dio orden a la conducción, algo que resultó clave para achicar diferencias. Sin embargo, Entre Ríos pudo seguir dominando las acciones por la demoledora puntería del escolta Paolo Quinteros desde la linea de tres puntos. En el tercer parcial los dos equipos se dedicaron a defender con dureza, lo que provocó que la efectividad bajara notablemente y que Córdoba, con un plantel rico y largo, supiera aprovechar su mayor experiencia. En esta etapa, dos triples consecutivos de Lábaque y dos dobles de Gutiérrez hicieron que los cordobeses se adelantaran por primera vez en el marcador y comenzaran por su mejor trabajo a elaborar el triunfo que finalmente consiguieron. Los entrerrianos se quedaron sin respuestas ya sus principales vías de gol, Palladino y Quinteros, fueron perfectamente neutralizados por la muy buena defensa rival. En el último cuarto apareció en toda su dimensión la figura de Leonardo Gutiérrez, quien terminó con 22 puntos y 10 rebotes, para que Córdoba se encaminara al triunfo y a la conquista del título. Cuando la victoria de los nuevamente campeones parecía que no corría riesgos, un par de errores le posibilitaron a Entre Ríos acercarse en el marcador, con lo que puso la cuota de incertidumbre sobre cuál sería el ganador. No obstante, los cordobeses superaron ese bajón y con tranquilidad y experiencia se aprovecharon de la desesperación de Entre Ríos por descontar y volvieron a estirar la diferencia, que terminó siendo de 15 puntos, la máxima del encuentro. Aquí se dio la lógica. Córdoba, el favorito, fue el campeón en un torneo que no tuvo fallas, por la capacidad de trabajo que mostraron los dirigentes dueños de casa. Este fue el mejor halago para Santa Fe.
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