| La incursión en Rosario del ministro Juan Pablo Cafiero dejó, al menos, sensaciones contradictorias. Por un lado, se debe rescatar su gesto de estar en el lugar donde hay acuciantes problemas sociales. Lo hizo en Salta, con los piqueteros de General Mosconi y, pese a las críticas que recibió, lo reiteró aquí. Una actitud que no debería tener nada de extraordinario pero que, ante lo infrecuente que resulta de parte de los funcionarios y la lentitud exasperante de muchos de sus pares, que suelen m... |