Empezaron las horas decisivas del Campeonato Mundial Sub 20. Argentina las vive con la ansiedad que presupone una instancia definitoria como una semifinal y la tranquilidad de haberle ganado con comodidad a un rival por demás complicado como Francia. Además, ya no está Brasil... Lo cierto es que hoy a las 16.45, con un estadio de Vélez Sarsfield repleto y con entradas agotadas, Argentina irá en busca de la final ante el sorpresivo Paraguay, que comenzó muy mal y llega hasta aquí con un importante envión anímico. Argentina y Paraguay son bien diferentes dentro de la cancha. Lo de los locales es fútbol, pelota al piso y magia. Lo de Paraguay, tal como lo indica su historia, es fuerza y garra. El equipo de José Néstor Pekerman no ha dejado puntos en el camino, ganó sus cinco partidos jugados en Liniers y convirtió 19 goles (ocho de ellos de Javier Saviola, el ancho de espada) lo que lo erige como el conjunto más goleador del Mundial. Paraguay llega de una forma totalmente distinta. Fue de menor a mayor. Estuvo a minutos de quedar fuera del Mundial. Accedió a la segunda ronda como uno de los mejores terceros. Viajó por Mar del Plata, Mendoza y ahora Buenos Aires, pero tiene el pecho bien inflado tras eliminar sucesivamente a Ucrania (2-1) y República Checa (1-0). Pero, a pesar del buen presente que viven, ambos seleccionados tienen cosas que lo preocupan. Argentina, por su lado, sufre porque Leandro Romagnoli no encuentra el nivel mostrado en el San Lorenzo campeón y entonces hay problemas en la zona generadora de fútbol del equipo, a pesar que Saviola se impone a todas las defensas. Por ahora, el pibe de River Plate Andrés D'Alessandro ha rendido mejor que el 10 de San Lorenzo, pero Pekerman, como en el caso del arquero Germán Lux (uno de los puntos flojos del equipo), respetará titularidades. También los chicos argentinos recibieron un fuerte golpe anímico por la lesión (fractura del peroné derecho) del delantero de Quilmes Alejandro Domínguez, por quien se incorporó al plantel el jugador de Sarmiento de Junín Sebastián Bueno. Paraguay también tiene sus pálidas. El delantero Julio González (2 goles en el campeonato), expulsado ante República Checa, y el defensor Emilio Martínez, que el domingo pasado acumuló su segunda tarjeta amarilla, no estarán ante la Argentina y, en el caso del delantero, la baja es por demás importante, la que el andamiaje del equipo más podría sentir. El dato que tomaron en cuenta Pekerman y sus colaboradores, con relación a Paraguay, es que los guaraníes juegan sin enganche y recurren sistemáticamente al centro y al cabezazo como armas de ataque.
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