El director técnico colombiano Hernán Darío Bolillo Gómez, actualmente al frente del seleccionado de Ecuador, se mostró ayer "decepcionado" por el cambio de sede de la Copa América y aseguró que "el cambio de sede es dar el triunfo al mal sobre el bien". "Iré a jugar dónde diga la Confederación pero no estoy de acuerdo con la modificación. Es más, si por mí fuera no asistiría a la competencia", señaló el entrenador en Quito en su primera reacción pública tras la decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de retirar a Colombia la organización de la Copa. "Iré dónde haya que jugar por el compromiso que tengo con el pueblo ecuatoriano y con la Federación Ecuatoriana de Fútbol", dijo el Bolillo, quien expresó su dolor y decepción porque "el mal triunfe sobre el bien" por lo que manifestó su desacuerdo por el retiro de la sede. Bolillo Gómez pensaba jugar la Copa América casi como en su casa con la selección ecuatoriana, que está pasando por un momento espectacular, pues está logrando clasificarse para jugar la Copa del Mundo Japón-Corea 2002. Uno de sus colaboradores, el también colombiano preparador físico Elkin Sánchez fue más directo que el entrenador y declaró que "como colombiano estoy con mucha rabia y una vez más se demuestra que el fútbol en esta parte del continente está manipulado por argentinos, brasileños y uruguayos, que son los mandamás", según reproduce la agencia alemana.
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