Los presidentes de las diez federaciones nucleadas en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) se reunirán hoy a mediodía en el Hotel Hilton de la Capital Federal para elegir una nueva sede para la disputa de la Copa América de selecciones el mes próximo, tras haber votado que Colombia fuera reemplazada como sede del torneo.
Todo indica que Brasil se haría cargo del reemplazo, aunque los colombianos motorizarían un intento final de retener el derecho a ser sede pues agregarán a su representante natural, el presidente de su federación, Alvaro Fina, el testimonio del vicepresidente Hernán Mejía Campuzano, quien cobró gran notoriedad en los últimos días por haber sido secuestrado por fuerzas de la guerrilla, que lo liberaron el jueves.
Paraguay mocionaría que se mantenga inalterable la suspensión de Colombia para esta edición, pero que se le adjudique automáticamente la organización de la Copa América de 2003 si es que las circunstancias objetivas de inhibición desaparecen para ese entonces.
Brasil, cuarto país al que se le ofreció ser sede alternativa siguiendo el orden de prelación (Perú, Venezuela y Argentina se abstuvieron de organizarla), aceptó sin más trámite el convite y propuso cuatro puntos en el sur del país (Porto Alegre, Curitiba, Florianópolis y Uberlandia), pues la crisis energética inhabilitaría a las principales ciudades. La designación de Brasil parece "un secreto a voces" a pesar de los esfuerzos de Colombia por no perderla.
Por ejemplo, el seleccionado de Paraguay, que se halla disputando la Copa Kirin en Oriente, cambió sus reservaciones aéreas de regreso, pues en lugar de dirigirse a Bogotá lo harán a San Pablo, base de un traslado posterior a una de las sedes.
Los dirigentes de la Conmebol aseguran que la idea es respetar las fechas originales del programa (a partir del 11 de julio) y hasta la conformación de los respectivos grupos de primera fase.
Si bien los colombianos harán un último intento de defender su derecho adquirido, la mayoría de los dirigentes presentaría un documento con un informe completo sobre la sucesión de hechos de violencia producidos en ese país para demostrar que el reciente secuestro de Mejía Campuzano fue "el hecho nuevo que motivó la decisión", pero apenas una gota que rebalsó el vaso en ese sentido.
Con ese argumento pretenderían contrarrestar el efecto psicológico que los colombianos intentan meter como cuña en la Conmebol al presentar en persona al secuestrado y luego liberado Mejía Campuzano, quien sostiene que la guerrilla no desea interferir en la organización de la Copa América pues "cuando descubrieron quién era yo en realidad, me dejaron libre".
Los colombianos, que refuerzan su posición de resistencia con una ronda de sondeos del presidente de la Nación, Andrés Pastrana, con otros primeros mandatarios de la región, insisten en que dejar a su país sin Copa América "es jugar a favor de los violentos y el terror, a pesar de los esfuerzos del país por llegar a la paz".
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La Ciudad
