Año CXXXIV
 Nº 49.157
Rosario,
domingo  24 de
junio de 2001
Min 6º
Máx 12º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Confusión y nerviosismo por el malestar sin precedentes del líder cubano
Castro sufrió un desmayo temporal durante una arenga anticapitalista
Fue auxiliado por sus guardias cuando llevaba dos horas hablando. Reapareció luego y dijo que estaba bien

La Habana. - El presidente cubano, Fidel Castro, sufrió una breve indisposición, aparentemente debida al cansancio y al fuerte calor, mientras daba un discurso, pero reapareció minutos más tarde ante la multitud para decir que estaba "entero". Cuando llevaba dos horas hablando bajo un sol abrasador en la mañana, la voz de Castro empezó a hacerse más lenta y pesada, y el líder de 74 años, sufriendo una visible debilidad, se vio obligado a apoyarse en el podio. En el momento en que se tambaleaba hacia adelante, sus colaboradores más cercanos y los guardaespaldas se precipitaron hacia él, rodeándole por completo y sacándole del escenario mientras la multitud coreaba gritos de "Fidel, Fidel". El presidente fue auxiliado por sus agentes de seguridad. Los agentes, con uniforme y armas al cinto, cubrieron a Castro con escudos desplegables y que usualmente portan en forma de maletines. No se conoce públicamente de un hecho similar en los 43 años que lleva Castro en el poder.
Las personalidades del gobierno y el Partido Comunista de Cuba que presenciaban el discurso desde la primera fila corrieron hacia el podio, del mismo modo que lo hicieron los agentes de la seguridad personal del gobernante. La televisión, que dejó por varios segundos de transmitir las imágenes de la tarima principal para mostrar el confuso movimiento de las primeras filas de la manifestación, siguió mostrando a la multitud.
En medio de la perplejidad revelada en los rostros de los asistentes, tapándose la boca con las manos y algunos gritando o llorando, la televisión volvió a mostrar el podio donde el canciller, Felipe Pérez Roque, en mangas de camisa blanca, pedía calma al público.
Agitado y serio, el canciller tomó inmediatamente el micrófono para tranquilizar a las 70.000 personas que estaban congregadas en un acto político en la localidad de Cotorro, en las afueras de La Habana. "Calma, les pido calma", dijo enérgicamente Pérez Roque, mientras Castro, que vestía su tradicional uniforme verde olivo, era llevado fuera del escenario en medio de decenas de ayudantes. "El compañero Fidel ha tenido obviamente, en medio del calor, y del sobrehumano esfuerzo hecho por él en estos días, un momentáneo descenso de la presión arterial", añadió el canciller desde la tribuna acompañado de inmediato por todos los altos funcionarios que presenciaban la manifestación

"Estoy bien, no se preocupen"
Unos diez minutos después de haber desaparecido del estrado, Castro volvió a salir en aparente buen estado, ahora con la gorra que antes no había llevado a pesar del sol, en medio de las fuertes ovaciones del público. "Estoy bien, no se preocupen", dijo, provocando aplausos y gritos de alivio. "Vamos a terminar el acto, lo termino más tarde en la mesa de las seis, esto no se queda así, descanso, duermo unas horas porque la verdad es que anoche no dormí nada, buscando papeles, datos, todo eso... ", explicó Castro ante la multitud que coreaba "Fidel, Fidel". "Estoy entero, nos vemos en la noche, gracias y hasta luego", añadió con energía, en medio de ovaciones, antes de finalizar con el lema patriótico "Patria o Muerte. Venceremos!".
Por la noche, ya recuperado, el mandatario bromeó sobre lo ocurrido, asegurando que fue un ensayo de "hacerse el muerto" para ver qué entierro recibiría. En Miami, los anticastristas siguieron con sumo interés las noticias sobre Castro.



El cansancio y el calor serían culpables del malestar de Fidel.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
La salud de Fidel y el futuro de la revolución
En defensa de los espías cubanos detenidos
Diario La Capital todos los derechos reservados