La rebaja de los peajes anunciada por el gobierno nacional puso en alerta a la provincia, que teme un recrudecimiento de los reclamos de los transportistas para que se imite la medida en las rutas concesionadas en Santa Fe. El gobernador Carlos Reutemann abrió ayer el paraguas al advertir que la reducción de la tarifa en las rutas nacionales concesionadas se financiará con los recursos del fondo vial, que surgen de la tasa de 3 centavos que se aplica sobre el precio del gasoil.
"Nosotros no tenemos una herramienta similar para compensarles la reducción de la tarifa a los concesionarios, ya que la Nación lo hace a costa de una suba de impuestos", señaló el gobernador, que ya comenzó a imaginarse la avanzada de los sectores del agro y el transporte para igualar la tarifa de peajes en la Nación y las provincias.
Los transportistas protagonizaron en los últimos dos años más de un conflicto para establecer tarifas mínimas a su actividad y siempre la provincia apeló a subsidiar una reducción de los peajes en las rutas santafesinas como fórmula de destrabar el conflicto.
Incluso hace unas semanas el ministro de Hacienda les informó a los dirigentes transportistas sobre una baja en el peaje por el término de un año del 30% para el tránsito en la autopista Rosario-Santa Fe y del 40% para los corredores provinciales 14 y 18.
Pero la movida de Cavallo volvió a poner en desventaja a la provincia. "Si tenemos que obligar a Aufe a bajar la tarifa al nivel de 0,75 peso por cada 100 kilómetros, no nos dan los recursos para compensar al concesionario", advirtió Reutemann, quien se mostró cauteloso respecto del paquete de medidas anunciado el viernes por el ministro de Economía porque "hay puntos que pasan por sacarle a uno para darle al otro".
De dónde sale la plata
Reutemann reconoció que uno de los aspectos más importantes es la rebaja en los peajes. "Estamos viendo de dónde sale la diferencia para pagarles a los concesionarios, aparentemente saldría del nuevo impuesto al gasoil pero esa es una posibilidad que tiene sólo el gobierno nacional".
Por un pacto federal firmado durante la anterior gestión de Cavallo en Hacienda, el impuesto al gasoil no es coparticipable. De allí que para el gobierno nacional es un clásico modificar el Impuesto a las Transferencias de Combustibles (ITC) cuando necesita aumentar la recaudación. Diferente es el caso del IVA y del Impuesto a las Ganancias, que sí son tributos coparticipables. Pero en el caso de las medidas anunciadas el viernes, lo que se produce es una rebaja de ganancias a través de un aumento de las deducciones que pueden realizar los trabajadores que ganan entre 1.500 y 7 mil pesos.
Por lo bajo, los referentes del Ejecutivo provincial no ocultaban ayer su malestar por la jugada de Cavallo. "El hace y deshace con los impuestos y los demás que se arreglen", mascullaban frente a una estrategia que les depararía no sólo presión desde los sectores productivos sino la amenaza de contar con menos recursos coparticipables.