El director técnico Carlos Bianchi dijo ayer que preparó a Boca Juniors "para jugar un partido de 180 minutos" con el Cruz Azul, a sabiendas de que la Copa Libertadores de América se definirá la semana próxima en la Bombonera.
"Cruz Azul es un rival muy difícil, un conjunto duro que eliminó a poderosos adversarios como River Plate, uno de los mejores equipos del momento, y a Rosario Central, que también es de los mejores de América, por lo que yo preparé a Boca para jugar un partido de 180 minutos", explicó el entrenador.
En declaraciones a la prensa argentina y mexicana Carlos Bianchi se excusó de anunciar la formación del equipo que jugará hoy en el estadio Azteca, cuya capacidad estará colmada por 120.000 espectadores.
"Todavía no tengo la formación del equipo", expresó el Virrey, tras lo cual consideró que no le preocupa demasiado la altura de esta ciudad situada a 2.240 metros sobre el nivel del mar, sino el rendimiento que puede tener Boca en esta primera final.
"Nunca pongo como excusa la altura, pero sí deseo que Boca pueda plasmar en el campo de juego todo lo que sabe, en un cotejo que será difícil ante un rival muy complicado", afirmó.
"Una injusticia"
Para Bianchi es "una injusticia" que en caso de adjudicarse el trofeo el equipo mexicano no pueda jugar la final de la Copa Intercontinental en Tokio, ante el Bayern Munich, por una disposición reglamentaria de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
"Creo que sería totalmente injusto, ya que ellos jugaron para ganar el certamen", sostuvo el diseñador táctico xeneize, quien nuevamente se negó a opinar sobre el conflicto que mantiene el plantel con los dirigentes por una deuda de primas y premios que alcanza a los 7 millones de dólares.
Durante la práctica realizada ayer en el estadio Cancún 86, el mediocampista Mauricio Serna, quien padece un resfrío, realizó trabajos diferenciados, mientras que el lateral derecho Hugo Ibarra y el atacante Guillermo Barros Schelotto efectuaron tareas con el kinesiólogo Rubén Araguas.
El plantel boquense permanecerá alojado en el hotel Marriot, del Distrito Federal, hasta horas antes de trasladarse al estadio Azteca, sede del partido de hoy.