Inmerso en un conflicto entre jugadores y dirigentes por la deuda de los premios, pero confiado en la inspiración del talentoso Juan Román Riquelme y en el rendimiento que tuvo como visitante a lo largo del torneo, Boca Juniors intentará dar hoy el primer paso en búsqueda de retener el título de campeón de la Copa Libertadores de América cuando enfrente al Cruz Azul, en el primer partido final del torneo.
El encuentro se jugará a partir de las 19.30 hora local (21.30 de Argentina) en el imponente estadio Azteca del Distrito Federal de México, que estará colmado por casi 120.000 espectadores, y será arbitrado por el brasileño Marcio Rezende, a quien asistirán sus compatriotas Jorge Oliveira y Aristeu Tavares.
Boca llegó a esta instancia luego de eliminar en una de las semifinales y en definición por tiros desde el punto del penal al Palmeiras de Brasil, su rival en la final del año anterior.
El equipo de Bianchi igualó 2-2 como local el primer partido jugado en la Bombonera, el mismo resultado que se registró una semana después en el estadio Palestra Italia, en el Parque Antarctica de San Pablo, lo que motivó la definición desde los 12 pasos en la que Boca se impuso por 3-2.
En tanto Cruz Azul, que se convirtió en el primer equipo mexicano en llegar a la final de la Copa Libertadores de América, dejó en el camino a Rosario Central luego de ganarle 2-0 como local y empatar en tres tantos en el Gigante de Arroyito.
Luego de superar parcialmente el conflicto suscitado entre jugadores y dirigentes por la deuda que el club mantiene con el plantel por premios atrasados, lo que motivó que la delegación postergara por 24 horas su viaje a San Pablo para afrontar el encuentro desquite ante Palmeiras, los xeneizes robustecieron aún más su estado anímico pese al problema y alcanzaron una nueva final.
Para este encuentro el técnico Carlos Bianchi decidió que el plantel viajara primero a la ciudad turística de Cancún para que no sufriera los efectos de la altura del Distrito Federal, ubicado a 2.240 metros sobre el nivel del mar.
El plantel boquense llegó a esa ciudad balnearia el pasado lunes por la mañana y casi de inmediato se entrenó en el estadio Cancún 86, para luego almorzar y realizar una caminata de aproximadamente dos horas.
Pese a que Bianchi tampoco definió el equipo titular -lo hará recién hoy, horas antes del partido-, es casi seguro que Clemente Rodríguez jugará por el suspendido Aníbal Matellán y que Cristian Giménez continuará siendo el único hombre de punta, aunque en las últimas horas se especuló con que podría ingresar Marcelo Delgado en su lugar.
En tanto, el defensor Nicolás Burdisso -con permiso del entrenador del seleccionado Sub 20, José Pekerman- volverá a ocupar un lugar en la zaga junto al colombiano Jorge Bermúdez, mientras que Mauricio Serna, pese a estar afectado de un cuadro gripal, no tendría problemas para integrar el equipo titular.
La delegación boquense permanecerá en el hotel Marriott Aeropuerto del Distrito Federal a la espera del encuentro ante el equipo mexicano.
Bianchi conoce casi a la perfección cómo se mueve el Cruz Azul cuando juega como local y por eso ensayó diversos trabajos tácticos para neutralizar a los volantes cementeros, de manera especial a Angel Matute Morales y el brasileño Pinheiro, para que no puedan abastecer con su juego a los peligrosos delanteros Palencia y Cardozo.
Cruz Azul demostró ser un equipo ordenado, sólido en defensa, donde sobresale el ex jugador del Necaxa Sergio Almaguer, con mucha dinámica en la mitad de la cancha con Morales, Pinheiro y Víctor Gutiérrez, y peligroso adelante por la capacidad de resolución que tienen Juan Francisco Palencia y José Saturnino Cardozo.
Además, para este trascendental encuentro -el equipo que salga victorioso habrá dado un paso fundamental para ganar la Copa-, el entrenador José Luis Trejo podrá contar con Palencia, Oscar Pérez y Almaguer.
Los tres futbolistas fueron autorizados por el técnico del seleccionado nacional, Enrique Meza, para que pudieran integrar la formación del Cruz Azul pese a que el representativo mexicano jugará mañana como visitante ante Honduras un partido válido por la quinta fecha de las eliminatorias de la Concacaf para el Mundial 2002.
Asimismo, Trejo adelantó que no ordenará una marcación individual sobre Juan Román Riquelme, pese a que conoce muy bien las cualidades del talentoso volante de Boca, sino que tratará de quitarle espacios de maniobra según por donde se mueva.
Todo está listo para la primera final. Aproximadamente 120.000 espectadores estarán presentes en el Azteca para alentar al Cruz Azul, pero Boca ya demostró que se "agranda" en la adversidad y cuenta con un técnico ganador que buscará dar el primer paso en búsqueda del bicampeonato.
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La Ciudad
