El ministro de Salud de la Nación, Héctor Lombardo, fue citado por la Justicia para que explique el incumplimiento de un cronograma -comprometido antes de que se iniciara su gestión- para completar la producción de la vacuna Candid 1 contra la fiebre hemorrágica argentina (FHA), una endemia pampeana popularmente conocida como mal de los rastrojos. La sala Nº4 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal decidió citar a Lombardo para mañana, a las 11, porque en una audiencia realizada el 29 de mayo varias agencias sanitarias que dependen del Ministerio se acusaron mutuamente por la demora en liberar la vacuna. Durante esa audiencia, la discusión entre funcionarios y técnicos del Ministerio impidió a la Cámara obtener la información que desea, y por eso el tribunal decidió citar al propio ministro para que aclare en qué etapa está el cronograma de producción de la vacuna. El compromiso que expresa ese cronograma fue adoptado ante la Justicia por el gobierno precedente -en 1998- y su incumplimiento derivó en una condena al Ministerio que ahora está en apelación. La posibilidad de una producción local de la Candid 1, desarrollada por el Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas (Inevh) Dr. Julio Maiztegui de Pergamino, provincia de Buenos Aires, en colaboración con el Instituto Jonas Salk de Estados Unidos, lleva tres años de retraso respecto de los plazos acordados por el Ministerio de Salud en los Tribunales en 1998. Ante ello, la jueza María Cristina Carrión de Lorenzo, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal Nº7, condenó al Ministerio en diciembre de 2000 por incumplimiento de sentencia. La jueza le impuso al Estado nacional una multa diaria de 300 pesos y decretó la indisponibilidad de los fondos presupuestarios afectados a la producción de la Candid 1 hasta que la vacuna sea producida, pero una apelación de la cartera sanitaria mantiene suspendida la sentencia hasta que se pronuncie la Cámara Federal. Por su parte, varios científicos del Instituto Maiztegui sostuvieron que "el Ministerio nos sometió a trabas burocráticas para la ejecución presupuestaria que demoraron el cronograma e incluso muchas veces dejaron al proyecto, en el cual ya se invirtieron más de 20 millones de dólares desde 1978, al borde del fracaso". En el Maiztegui, centro argentino de referencia para la FHA, el hantavirus y el dengue, algunos empleados relataron que "hasta nos sacaron la conexión a Internet, que ahora volvimos a tener sólo porque decidimos hacer una vaca y la pagamos de nuestro propio bolsillo". La principal medida preventiva para la fiebre hemorrágica argentina es la vacunación de la población expuesta a enfermarse. "En los últimos años, la enfermedad llegó a los suburbios de Rosario y la población de riesgo creció de 3,5 millones a unas 5 millones de personas, y si hoy nos dieran personal y los insumos que necesitamos para producir localmente la vacuna, nos tomaría al menos hasta el 2003 para sacar los primeros lotes", advierten.
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