Georgina Barbarossa, que se apresta a grabar una historia en "Tiempo real", el programa que produce Alejandro Borenstein, se cuida de no involucrarse en proyectos que le roben tiempo a la estrecha relación que comparte con sus dos hijos. Para ella su presencia en la casa es prioritaria y está dispuesta a resignar algunos placeres profesionales por cumplir su rol como madre. "A veces mido mucho mis acciones, lo que digo y mis trabajos por Juan y Tomás, porque sé que podría perjudicarlos. Hace poco me ofrecieron un programa en el que había una escena de cama muy fuerte y dije que no porque éste no es el momento. Esos papeles los podré hacer cuando los chicos sean más grandes, aunque para esa época ya voy a ser una vieja espantosa", dice la actriz recurriendo a una de sus permanentes humoradas "Era un programa que estaba muy bien escrito, fantástico, pero no puedo hacer esto porque en la escuela les dirían a mis hijos: «Tu mamá esto o aquello». Para mí, como siempre ha sido, mis hijos son lo más importante. Mi familia, mis afectos y mi trabajo son mis pasiones y soy muy respetuosa con los chicos. Por eso uno tiene que medirse mucho", aclara. El futuro que preocupa a todos los argentinos no deja al margen a la actriz, aunque pasa por un momento profesional muy bueno. "El día que asumió (Domingo) Cavallo salí envuelta con la bandera argentina porque era el tercer ministro de economía y estábamos todos medio en pánico y dije: «Yo no estoy educando hijos para que se vayan del país» -sentencia-. Yo a Cavallo no lo voté, pero creo que hay que apoyar a los gobernantes aunque no estemos del todo de acuerdo para sacar el país adelante", concluye.
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