Gotemburgo, Suecia. - Los líderes de la Unión Europea, acosados por una ola de disturbios, reafirmaron ayer su decisión de expandir el bloque regional hacia el este de Europa, pese al sorpresivo rechazo de Irlanda al Tratado de Niza. Con numerosos heridos (entre policías y manifestantes), comercios destrozados, barricadas ardientes y un ambiente de verdadera guerra civil, los peores temores de que la violencia ensombreciera la cumbre de la Unión Europea en Gotemburgo, Suecia, finalmente se hicieron realidad. Mientras los 15 líderes debatían cómo seguir adelante con la admisión de más de una decena de países ex comunistas y mediterráneos, manifestantes se enfrentaban a policías antidisturbios cerca del centro de conferencia en la segunda ciudad en importancia de Suecia. La televisión sueca describió la situación como caótica.
Batalla campal
Los manifestantes, algunos armados, lanzaron petardos y adoquines a la policía, que respondió con bastones. Varios agentes de la policía montada fueron tirados de sus caballos en la enconada batalla. Columnas de humo se elevaban sobre la elegante Kungsports Avenyn de la ciudad portuaria, mientras los revoltosos saqueaban tiendas y formaban barricadas con las mesas y sillas de cafés al aire libre antes de prenderles fuego.
Los combates fueron más graves que los breves enfrentamientos del jueves, en los que 455 personas fueron detenidas, mientras el presidente estadounidense, George W. Bush, y los líder es de la UE sostenían conversaciones sobre el calentamiento global, el libre comercio y la pacificación de los Balcanes. Al menos 150 manifestantes fueron arrestados ayer. Los activistas destrozaron vehículos policiales y prendieron fuego a cubos de basura, en los que arrojaron sillas de los bares aledaños y otros objetos. Otros recorrieron las principales calles peatonales, destruyendo vidrieras de comercios y bancos y los cajeros automáticos que encontraban a su paso.
La expansión hacia el Este
Mientras tanto, los dirigentes de la UE dijeron que querían enviar una señal clara a los países candidatos de que la derrota del Tratado de Niza en el referendo de Irlanda la semana pasada no detendría el proceso de expansión. "Tenemos un claro compromiso con el proceso de expansión y el mapa de carreteras para la expansión, que algunos inicialmente calificaron de irreal", declaró la ministra sueca de Relaciones Exteriores, Anna Lindh, cuyo país ostenta la presidencia rotativa de la UE.
En un ambiente poco usual de arrepentimiento, algunos líderes dijeron lamentar el que el Consejo Europeo de Finanzas (Ecofin) del bloque hubiera censurado este año el presupuesto de Irlanda, calificándolo de inflacionario. Otros alegaron que había sido prematuro lanzar un nuevo debate sobre el futuro de Europa incluso antes de la ratificación del tratado negociado en diciembre pasado. El canciller alemán, Gerhard Schroeder, agitó a los euroescépticos al presentar un borrador para una Europa federal en abril pasado.
El premier sueco y anfitrión de la cumbre, Goran Persson, condenó los incidentes en una pausa de la cumbre.
La Ciudad
