Boca Juniors se aseguró el derecho a defender su título de campeón intercontinental ante Bayern Munich de Alemania, en diciembre próximo en Tokio, tras la clasificación de Cruz Azul de México, que será su rival en la final de la Libertadores.
El equipo que dirige Carlos Bianchi se medirá con los alemanes, actuales campeones de Europa, aunque la Libertadores consagre a Cruz Azul, club afiliado a la Concacaf, ya que el equipo mexicano fue invitado por la Confederación Sudamericana, entidad organizadora de la Copa Intercontinental junto con la Uefa, pero esa invitación queda sin efecto a nivel de Fifa.
La reglamentación de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (Fifa) establece que el trofeo intercontinental deben disputarlo un club afiliado a la CSF y otro de la Uefa.
Cruz Azul se transformó en el primer equipo no afiliado a la CSF que accedió a la final de la Libertadores, pero no podrá viajar a Japón en caso de que se consagre campeón de América.
En la temporada pasada, América de México, con el argentino José Luis Calderón, estuvo cerca de lograrlo, pero cayó en semifinales ante Boca, posterior ganador del torneo.
De esta manera, el conjunto xeneize, actual campeón, jugará la Intercontinental por segundo año consecutivo aunque no alcance el título sudamericano.
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La Ciudad
