La cadena Tigre, que alguna vez ocupó un sitial de liderazgo en el mercado supermercadista local, se sigue desguazando. Directivos del grupo local Azul, que controla una decena de sucursales ubicadas en el norte y el oeste de Rosario, llegó a un acuerdo judicial para explotar una de las bocas que pertenecían a la empresa de Francisco Regunaschi. Se trata del local de bulevar Rondeau al 1.200.
Roberto Lázzaro, titular de Azul y de la Cámara de Supermercados de Rosario, dijo ayer a La Capital que "luego de tres meses de tramitación llegamos a un acuerdo con la jueza que entiende en la convocatoria del Tigre, y en quince días más estamos abriendo al público el nuevo Azul".
El acuerdo alcanzado con la jueza María Fernández Lotti, titular del juzgado civil y comercial de la 14ª nominación, incluyó el traslado de 35 trabajadores que prestaban servicio para la cadena Tigre, que ya fueron asimilados por el Azul. La inversión para reacondicionar las instalaciones suma unos 250 mil dólares, e incluye la renovación de todo el mobiliario, salvo algunos equipos de frío. El plan a corto plazo pasará por incrementar la plantilla de personal a entre 55 y 60 trabajadores.
Para el Azul, la adquisición de este eslabón significa un paso importante. La cadena controla una boca de expendio mayorista ubicada en la intersección de Córdoba y Circunvalación y siete sucursales minoristas diseminadas por la zona norte y el oeste de la ciudad. Pero el local que se está por inaugurar será el más grande de todos los puntos minoristas, ya que tendrá unos 2.500 metros cuadrados dentro de un predio total de cinco mil metros cuadrados.
La renovación del local es una tarea ardua que se está llevando adelante a toda máquina por estos días: "Lo único que sirve es la cáscara porque el resto estaba bastante destruido".
El súper tendrá 10 cajas registradoras, un bar renovado y también incluirá algunos artículos del rubro indumentaria. El local de Rondeau se transformará así en el estandarte de la cadena, que tiene como estrategia fortalecerse en esas zonas de la ciudad en las que opera. Su distribución geográfica apunta a establecer un anillo en torno al hipermercado Carrefour, con locales de proximidad, es decir, que apuestan a ganarse a los vecinos del barrio.
Cadena en expansión
Lázzaro explica que el posicionamiento en la zona norte responde a la intención de privilegiar la desigual distribución de la torta del consumo en Rosario. Si se parten las aguas en avenida Pellegrini, el norte aglutina un 40 por ciento de la población pero más del 60% del consumo.
Azul controla hoy un siete por ciento del mercado rosarino supermercadista y aspira a llegar mediante esta adquisición (y otras que están en gestación) a un 9% de la torta en el corto plazo. A fines del año pasado detentaba un 5,6% del total pero abrió dos bocas chicas durante el transcurso del año en curso.
La solución alcanzada para la sucursal de Alberdi dejó satisfechos a todos. A los trabajadores por la posibilidad de su continuidad laboral, porque los empleados que no pasaron al Azul fueron reubicados por el Tigre. Para el súper de Regunaschi representó una fórmula para recortar pérdidas, y para la jueza que entiende en la causa un modo de ir solucionando una situación de convocatoria que se presenta complicada.
El supermercado La Gallega, tal como adelantó ayer La Capital , también está interesado en concretar una operación similar, en este caso con el denominado Hipertigre, de Moreno y avenida Pellegrini. Sin embargo, los abogados que asesoran a Regunaschi aseguraron que estas tratativas por ahora "siguen en pañales".