El milagro se hizo y agarró de sorpresa a los fabricantes de sembradora, que por estas horas no saben cómo hacer para cumplir con los pedidos de productores y contratistas. Las buenas perspectivas de la campaña triguera, algo de plata fresca de la cosecha gruesa y los beneficios fiscales otorgados a los productores de bienes de capital ponen a las empresas del sector en una insólita paradoja: se lamentan de lo que pierden de facturar por las dificultades en cumplir con la explosión que experimentó la demanda. La milagrosa resurrección no alcanzó a tractores y cosechadoras pero los pedidos de sembradoras dejaron sin stock a las principales empresas del rubro, que se perderán así ventas por unos cuantos millones de pesos. El decreto que habilitó un reembolso del 14% del valor de las ventas por unidad y la reducción del 21 al 10,5% del IVA para bienes de capital se combinaron con las expectativas por la siembra de trigo y alentaron una demanda que se ubica un 20% por encima del stock que tenían las empresas. El incremento en las ventas se concretó y debido a las características del producto, cuya fabricación se anticipa entre 3 y 6 meses, no pueden cumplir. A esto se agrega la dificultad para conseguir chapas y, aquí, los empresarios son muy críticos de la actuación de las empresas siderúrgicas, a las que en varias ocasiones han criticado por cartelizar el mercado. Aldo Torriglia, gerente de Finanzas de John Deere, señaló que "la demanda se potenció y no nos dio tiempo a reaccionar. Cuando vimos como se anticipaba la situación ya no podíamos hacer nada". Según el gerente de John Deere, la compañía hubiese podido vender un 20% más o, en plata, 1,2 millón de dólares. Ricardo Lisandrón, de Erca, confirmó que hubo un incremento "muy notorio" de ventas en los últimos días. "La gente del campo está comprando sobre la hora ya que por su mala situación esperan para invertir hasta último momento, y lo cierto es que no tenemos máquinas ni fabricantes ni proveedores", señaló el empresario. Hugo Fernández, de Fercam, señaló que en el caso de la compañía vendieron todo lo que tenían. Gerardi también se vio afectada por la mayor demanda de unidades. De las 100 máquinas que tenían en stock ya vendieron 80 y no cuentan con unidades disponibles de dos de las líneas que fabrican y que tienen la mayor salida. El boom que experimenta la demanda de sembradoras se contrapone con la apreciación que hace una semana hacían los distribuidores y fabricantes de agroquímicos, que daban cuenta de una demora en la intención de compra para la próxima campaña, atribuída a las deudas de arrastre de los productores y a la mayor selectividad en el mercado como consecuencia de las dificultades en la cobranza.
| El inesperado boom pone en aprietos a los fabricantes. | | Ampliar Foto | | |
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