Una reunión entre la dirigencia sindical que encabeza Miguel Quiroga, en su carácter de secretario general del Personal de Hipódromos, y los directivos de la Empresa Hapsa, concesionaria del hipódromo Argentino, cuya cabeza visible es Federico De Achával, sacó a la luz los graves problemas financieros por los que atraviesa el centenario escenario hípico.
Según trascendió, en esa reunión se les adelantó a los gremialistas la imposibilidad que tiene la tesorería palermitana para hacer frente al pago del aguinaldo correspondiente al primer semestre del año 2001 y que, a su vez, se les iba a rebajar un 20 por ciento el salario del personal de hipódromos, tanto el mensualizado como el jornalizado.
Esta noticia no cayó nada bien entre los representantes sindicales, a quienes también se les dijo que de no cambiar durante los próximos seis meses el panorama financiero de Palermo, la empresa se vería imposibilitada de seguir al frente del escenario de la avenida del Libertador y Dorrego, porque no se puede seguir perdiendo dinero.
Al ser consultado, Quiroga aseveró esos dichos y señaló que fueron expresados por el gerente de personal Gustavo Ratti, en representación de la firma.
El sindicalista dijo que: "la noticia nos cayó como un balde de agua fría, porque no era lo que habíamos concertado con las autoridades que rigen el hipódromo palermitano, ni tampoco con los funcionarios gubernamentales, porque estábamos como en un período de tregua y buscando soluciones de manera mancomunada".
"Sin embargo -agregó-, ante la impronta conocida se dirigieron inmediatamente por carta documento a la ministra de Trabajo Patricia Bullrich, quien tiene un expediente donde se le hacía saber una serie de reclamos y se le adjunta ahora a él esta mala nueva que deben afrontar los trabajadores". "Además, nosotros dejamos a los trabajadores hacer uso de la opción de parar o no, ante la posibilidad de no poder cobrar los salarios a fin de mes por parte de ambos hipódromos", dijo Quiroga. Luego agregó: "por el lado de San Isidro, el directivo Bruno Quintana se comprometió por los próximos 60 días a respetar los salarios de los empleados y también el pago del aguinaldo, aunque no sabe lo que ocurrirá luego, porque el tema del gerenciamiento sigue en veremos".
Esperan una ley en sesenta días
"Esto quiere decir que dentro de 60 días, si la inoperancia del gobierno provincial no saca la Ley de emergencia, se verán afectadas las fuentes de trabajo de los compañeros", adujo el gremialista.
Por el Argentino, aclaró: "la crisis ya es acuciante y a la triste realidad de no querer pagarnos el aguinaldo por no poseer los recursos para hacerlo, se suma ahora la rebaja de un 20 por ciento en los salarios, que sumaría otro factor de conflicto y agravaría aún más la crisis que viven los trabajadores". "Nosotros responsabilizamos a todas las fracciones políticas, que en vez de buscar las soluciones muestran sus diferencias y lo hacen en desmedro de los trabajadores, que ven cada día mermar sus ingresos y que también ahora se encuentran con problemas en las prestaciones que da la obra social ante la falta de recursos para poder abonar las prestaciones", concluyó Quiroga.
Durante la tarde de ayer, la reunión en San Isidro transcurrió dentro de los carriles normales, con la mayoría de los empleados trabajando y, según se supo, tampoco hubo mayor ausentismo en la red de agencias oficiales, manteniéndose el promedio de lo que se viene recaudando por jornada en estos últimos tiempos.