El Renault 19 de color gris claro, patente CQY 900, que misteriosamente había desaparecido en febrero pasado del corralón municipal de Rosario fue encontrado ayer en Paraná, Entre Ríos, fruto del pedido de secuestro que ordenó en todo el país el juez que investiga la causa, Carlos Carbone. A bordo del vehículo iba un hombre, cuya identidad no trascendió, quien según fuentes del Juzgado de Instrucción Nº9 cuenta con antecedentes penales. La causa recibió así un nuevo impulso, lo que se prevé abrirá nuevas vías de investigación durante los próximos días en el ámbito local.
El descubrimiento de la fuga del auto se hizo público cuando un oficial de Justicia llegó al playón municipal con una orden para retirarlo, ya que sobre él pesaba una prenda de un banco. Conocida la desaparición, que nunca figuró en el libro de egresos del corralón, el jefe de Policía de Tránsito radicó una denuncia, que cayó en manos de Carbone.
La investigación del magistrado chocó una y otra vez contra un muro de silencio de los agentes municipales, que dijeron no tener ni siquiera sospechas acerca de cómo podía haber desaparecido el auto.
Antecedentes penales
Pero ayer hubo novedades. Siguiendo una orden de Carbone, la Brigada de Investigaciones de Paraná interceptó y posteriormente secuestró el auto mientras era conducido por un hombre con antecedentes penales, que también quedó detenido a disposición de un magistrado entrerriano. Ahora, el conductor del Renault deberá ser extraditado mediante un trámite entre las provincias para ser indagado por Carbone.
Fuentes de los Tribunales locales aseguraron ayer que a partir de este hallazgo se abren nuevas vías de investigación para el juez rosarino. Por ejemplo, no se descarta que puedan ser investigadas nuevamente diferentes personas que trabajan en el corralón, como tampoco que las pesquisas avancen sobre quienes aún no habían sido indagados en el marco de la causa.