Los reclusos alojados en la comisaría 17ª protagonizaron incidentes entre la noche del viernes y la madrugada de ayer. Los presos quemaron colchones y cortaron la luz del penal con un reclamo concreto: el traslado a otras seccionales ya que allí hasta anoche había 20 presos y la capacidad de los calabozos es para cinco. Una fuente policial señaló que a las 20 del viernes se realizó una requisa en los calabozos. Veinte minutos después una densa humareda invadió el penal mientras los reclusos reclamaban a gritos el traslado a otras comisarías. Cuando los cinco efectivos que estaban en la seccional en ese momento traspasaron una de las puertas del penal divisaron que un colchón de goma espuma estaba ardiendo. Entonces los efectivos lo retiraron y en pocos segundos sofocaron el fuego con un extinguidor. "Si no se hubiese apagado enseguida el fuego, el humo se hubiese tornado irrespirable para algunos presos portadores de HIV", explicó un policía de la comisaría del barrio de Fisherton. Rápidamente, los agentes pudieron controlar la situación y los ánimos en el penal parecieron tranquilizarse. Pero poco antes del amanecer, cerca de las 5, los incidentes recomenzaron. Los gritos estridentes de los internos se hicieron sentir nuevamente con el mismo reclamo: el traslado a otras comisarías rosarinas por el hacinamiento que deben sufrir, según los presos, en la seccional de Donado 257. Cuando el griterío no se había acallado, la comisaría quedó a oscuras: los detenidos, según la fuente policial, "habían hecho saltar la térmica", que sirve para alimentar con energía eléctrica a los calentadores de los presos. "Tocaron un cable que está conectado a un enchufe y se cortó la luz", explicó la fuente. Aunque el portavoz admitió que "todas las seccionales están superpobladas de presos y no estamos en condiciones de darles una respuesta inmediata". Poco después, los agentes restablecieron el suministro de energía eléctrica, aunque la dependencia policial estuvo iluminada escasos minutos ya que la escena se repitió: los presos cortaron nuevamente el suministro de luz y los agentes debieron reconectar una vez más el cableado eléctrico. Como respuesta, los presos golpearon la puerta del penal mientras insultaban a los efectivos por lo que nuevamente acudieron al lugar efectivos del Comando Radioeléctrico y del Cuerpo Guardia de Infantería. Los agentes ingresaron a las celdas y retiraron a los detenidos para realizar una requisa. Allí encontraron púas, trozos de colchón quemado, una caja de fósforos y un encendedor. Cuarenta minutos después, la situación "estaba normalizada" y los detenidos fueron introducidos en los calabozos. Cerca del mediodía de ayer, ya no se registraban incidentes y los presos recibían la visita de sus familiares.
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