El suministro de antiinflamatorios es un recurso válido en ganados destinados al consumo humano; pero, en ocasiones, puede proyectar residuos químicos en subproductos derivados de estos animales. El notable desarrollo de la industria farmacéutica en las últimas décadas ha contribuido en buena medida a mejorar y optimizar los sistemas de producción pecuaria, desarrollando por ejemplo antiinflamatorios altamente efectivos para el tratamiento de patologías que suelen afectar a ganados que, históricamente, se han destinado para el consumo humano. En especies rumiantes sobre todo, suele ser habitual la utilización de antiinflamatorios no esteroides, por la efectividad que presentan ante procesos de mastitis o en las etapas de reproducción, cuando se trata de sincronizar los celos o inducir los partos en las vacas. Pero lo curioso del caso es que pese al uso generalizado, todavía no se logró determinar a ciencia cierta el comportamiento cinético (velocidad de ciertas reacciones químicas) de muchos de los fármacos administrados. La falta de conocimiento sobre los efectos de ciertos antiinflamatorios, por un lado, dificulta la tarea del médico veterinario a la hora de establecer las pautas posológicas y los regímenes terapéuticos más adecuados y, por otro, impide determinar con precisión los períodos de supresión para evitar que los residuos de los remedios no se proyecten a productos y subproductos derivados de los ganados destinados al consumo humano. Como aporte al tema, un grupo de docentes de la Universidad Nacional del Litoral, encabezados por Carlos Boggio, desarrolló un proyecto que tiene por finalidad determinar el comportamiento y los efectos residuales de los antiinflamatorios no esteroides más utilizados en los sistemas de producción ganadero. A instancias de un esfuerzo conjunto con investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (España), los investigadores consideran que el estudio de los efectos de los antiinflamatorios permitirá establecer los diferentes impactos en cada una de las especies tratadas; el mejoramiento de las terapias de animales domésticos; reducir las pérdidas por la presencia de diversas patologías; y, al mejorar y precisar los períodos de administración de las dosis, disminuirán los niveles de residuos en los productos y subproductos derivados. Por sus características generales, el proyecto tiene un interés clínico, farmacológico y alimentario. Y entre sus expectativas de logro se destacan, entre otras, la posibilidad de mejorar los sistemas de administración de remedios; contribuir al diseño de nuevos fármacos que mejoren las condiciones de los ya existentes y generar datos que permitan disminuir la presencia de residuos en carnes y lácteos. En suma, el conocimiento del comportamiento cinético de los fármacos en especies rumiantes contribuirá a un uso seguro y racional de los remedios en la clínica animal, preservando a instancias de ello la salud pública.
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