 |  | Entregaron información para un robo por un porcentaje del botín Tres detenidos por el asalto en el barrio porteño de Once donde murieron 2 policías
 | Buenos Aires.- El 10 por ciento del botín que planeaba obtener la banda que el sábado pasado robó un comercio del barrio porteño de Once y mató a dos policías estaba destinado a dos empleados que "entregaron" información clave para la concreción del asalto, informaron fuentes cercanas a la investigación. Dos hombres que trabajaban en un local de venta de telas en Larrea 579 quedaron detenidos el sábado último después de que siete asaltantes armados irrumpieron en el local y participaron de un violento tiroteo con policías, dos de los cuales murieron y un tercero resultó herido. El lunes a la noche también fue apresado un agente penitenciario federal en actividad, sospechado de haber colaborado con la banda y sobre quien había sido librada una orden de captura, al igual que en el caso de otros seis delincuentes aún prófugos, entre ellos una mujer, confirmaron pesquisas de la causa. El puntapié inicial a la investigación fue dado por el registro de llamados de un teléfono celular que se le secuestró al único delincuente muerto en el enfrentamiento del sábado y que permitió conocer los primeros datos y vínculos de la banda. Desde el domingo, la policía busca a los restantes seis prófugos en la Capital Federal y en el conurbano bonaerense. Trascendió además que los empleados detenidos trabajaron en el comercio durante 13 años, por lo que conocían en detalle los movimientos de dinero. "Los ladrones sabían que los sábados hay más dinero en el local porque no funcionan los bancos y la recaudación permanece allí desde el viernes a la tarde", explicaron las fuentes. El propietario del local, Juan Pablo Inacio, de 70 años, contó que en el último año lo asaltaron "entre 20 y 30 veces, y casi siempre los sábados", por lo que los investigadores no descartan que los presuntos empleados deshonestos hayan favorecido robos anteriores. "Vamos a llevarle tranquilidad al dueño del negocio y se sorprenderá cuando se sepa de dónde proviene el episodio", había adelantado el jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, en el panteón policial del cementerio de Chacarita, durante la inhumación de los policías asesinados. Según contó Inacio a los periodistas, el sábado pasado se encontraba en el comercio con su esposa -cuya identidad no trascendió-, su hijo Jorge y seis empleados, cuando ingresaron tres delincuentes con fines de robo. Poco después pasaron por el lugar los sargentos primeros Roberto Hugo Cevallos y Rubén Darío Montaó, quienes, al observar lo que ocurría, ingresaron al local. Ambos policías llevaban chalecos antibalas pero los delincuentes les dispararon a la cabeza y los mataron. Debido al estruendo de los impactos y alarmado por comerciantes, llegó hasta el comercio el cabo primero Miguel Angel Zarza, quien también fue atacado a balazos y resultó herido en una pierna pero alcanzó a balear a un delincuente, el único de la banda que cayó muerto. Los restos de Cevallos y Montaó, de la comisaría séptima, fueron inhumados el domingo último en el panteón policial del cementerio de Chacarita, donde concurrió Santos y el secretario de Seguridad, Enrique Mathov.
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