Central va por más en la Copa Libertadores. Esta noche juega la primera parte de otra final. Pero mucho más difícil que la anterior. Ante un rival con mayor jerarquía que el superado en octavos de final. Porque América de Cali tiene más recursos que el eliminado Cobreloa. Y a diferencia del último compromiso, hoy los canallas tienen la necesidad y la obligación de ganar. Primero ganar. Y después tratar de que la diferencia sea suficiente para viajar con cierta tranquilidad a Colombia y jugar la etapa final de este desafío.
El equipo de Arroyito empieza desde las 21.10 a dirimir su destino en el torneo continental, y para ello es importante que los canallas cuenten con el respaldo multitudinario que sus hinchas son capaces de brindar en ocasiones especiales. Y esta es una de ellas. En la que las diferencias o prejuicios deben quedar postergados en pos de un aliento intenso y constante, que ejerza la lógica y pacífica presión sobre el adversario, como así impulse a los suyos a conseguir el objetivo.
Central tiene en América de Cali un escollo difícil para alcanzar las semifinales, y para sortearlo con éxito los auriazules saben que es decisivo jugar con inteligencia, balanceando de acuerdo al trámite la prudencia y la osadía, sustentados en el fundamental orden táctico y en la capacidad individual y colectiva para sorprender al rival.
El Patón y sus muchachos conocen las características del equipo que conduce el joven Jaime de la Pava, que liquidó con rapidez en el Centenario al aguerrido Nacional de Montevideo con la simpleza del contraataque, método que desarrolla con eficacia debido a la certeza de sus volantes y la velocidad de los hombres de punta, entre los que se destaca el también habilidoso David Ferreira.
Por eso los jugadores canallas y la gente deberán controlar la ansiedad, porque el mínimo error puede ser decisivo en el curso del cotejo, en el que Central tendrá que apelar a la máxima concentración para trabajar el encuentro.
Bauza dispuso un planteo con tres en el fondo, tres volantes de contención, dos enganches y dos delanteros, y ante las ausencias obligadas de Lequi y Cuberas incluyó en el equipo a David Charles Pérez y a Rafael Maceratesi.
En este esquema, el misionero Pérez tendrá la tarea de colaborar en defensa y proyectarse por su lateral para quebrar la resistencia colombiana, mientras que el Rafa y Pizzi serán los caminos para llegar al gol, sendero que será transitable si Ezequiel González y De Bruno logran imponer sus cualidades para armar el juego.
Central y su gente tienen hoy una cita impostergable, a la que acuden con todas las ilusiones de festejar una conquista. Y así continuar con entusiasmo el clásico que se viene y también la revancha en suelo cafetero.
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La Ciudad
