Jorge Kogan presentó anoche su renuncia a la Secretaria de transporte. La decisión fue elevada por el funcionario al presidente Fernando de la Rúa en la residencia de Olivos. La gestión de Kogan se produjo tras diecisiete meses de gestión en un área signada por los conflictos por Aerolíneas Argentinas y las marchas y contramarchas por las tarifas del transporte de pasajeros. El alejamiento de Kogan habría sido la consecuencia de una serie de episodios que trabaron la gestión en el área de Transporte y que terminaron por desgastar al ex funcionario. En tanto, Fernando Cabrera, asesor del ministro de Infraestructura Carlos Bastos, o Rafael Conejero, ex subsecretario de Transporte Fluvial, son las personas con más posibilidades para reemplazar a Jorge Kogan. Entre los motivos se mencionan la falta de normalización de los pagos de los subsidios a los concesionarios ferroviarios, las trabas en la implementación de varios proyectos como el boleto único y los vales de transporte y la reestructuración de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte. La dimisión de Kogan coincide con la firma del arbitraje para encontrar una solución al conflicto de Aerolíneas Argentinas, aunque el tema había sido dejado en manos del Ministerio de Trabajo. Sobre ese aspecto, el ministro de Infraestructura, Carlos Bastos, en una reunión con la comisión de Transporte de Diputados había sostenido que la solución de la línea de bandera era la quiebra. Kogan había participado como consultor del Banco Mundial en el diseño de privatizaciones del sistema metropolitano de pasajeros durante la presidencia de Carlos Menem, cuando el secretario de Transporte era Edmundo del Valle Soria y Domingo Cavallo ocupaba, como ahora, la titularidad del Ministerio de Economía. En esa gestión se concesionaron los ramales de la ex Femesa (Belgrano Norte y Sur, Sarmiento, Urquiza-subtes, Roca, San Martín y Mitre). Desde diciembre de 1999, Kogan se desempeñó como secretario de Transporte en la órbita del Ministerio de Infraestructura y Vivienda. Uno de los puntos de mayor desgaste fue la falta de pago del subsidio a los concesionarios ferroviarios.
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