El ex jefe de Gabinete Rodolfo Terragno consideró ayer que el presidente Fernando de la Rúa "no tiene una visión económica propia" y, por lo tanto, terminó "concesionando el Ministerio" a Domingo Cavallo. "No todos los presidentes tienen una visión económica, pero en este caso hace falta tenerla, porque si no, se termina concesionando el ministerio de Economía. Ahora, por la figura, por las características psicológicas del actual ministro, se nota más", manifestó el ex funcionario. Terragno se mostró "preocupado" porque Cavallo "domina Economía", pero negó que el titular del Palacio de Hacienda juegue el rol virtual de primer ministro, como muchos afirman. Tras recordar que durante la anterior gestión de Cavallo, la deuda externa pasó de 61.000 a 148.000 millones de dólares "y se fumaron 35.000 millones en concepto de privatizaciones", Terragno se refirió al papel que jugó en la multiplicación de la deuda el banquero David Mulford, quien desde su puesto de número dos del Tesoro de EEUU "trabajaba para que los países deudores convirtieran su deuda en bonos a largo plazo". Explicó que "de esa manera, la deuda quedó diseminada por todo el mundo y algunos bancos, principalmente el City, que presidía el comité de acreedores de la Argentina, empezaron a reclamar que si no se les podía pagar con dólares, se les pagara con empresas, y ahora que ya se quedaron con todo, aparece Mulford para hacer el negocio del canje" de bonos. Reiteró que su "principal disidencia" con el gobierno es que "Argentina tiene una deuda impagable y la Alianza tenía que usar todo el poder político al comienzo para decir: «Señores, este es nuestro plan de desarrollo, así vamos a crecer»". Sostuvo que "el blindaje, primero, y el canje, ahora", demuestran que "había margen para renegociar" el pago de la deuda. En cambio, advirtió que "hemos incurrido en incumplimiento del contrato" con la sociedad que votó a la Alianza: "El gobierno se dejó extorsionar por los autoproclamados voceros de los mercados, que empezaron a plantearle exigencias y siguió toda una línea de pensamiento totalmente equivocada, que no podía llevar sino a una crisis económica con consecuencias sociales".
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