Año CXXXIV
 Nº 49.121
Rosario,
sábado  19 de
mayo de 2001
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En el mercado disponible temen una fuga de negocios

La decisión oficial de eximir del pago del impuesto a los débitos y créditos en cuenta corriente a las transacciones realizadas por los operadores del mercado a término de granos, abrió un frente de tormenta en el ámbito de la comercialización agrícola.
La medida, en rigor, responde a uno de los reclamos efectuados en su momento por las Bolsas de cereales de Rosario, Buenos Aires y Bahía Blanca, que advirtieron que la aplicación del tributo a ese mercado cortaría las posibilidades de los productores de una de las pocas herramientas que tienen para asegurar precios.
El gobierno finalmente aceptó eximir al Término, en el marco de una reglamentación que recoge la recomendación de la Comisión Nacional de Valores (CNV), autoridad regulatoria de los mercados de capitales y también los de futuros agropecuarios. El tema es que, al mantener la alícuota del 0,75 por mil para las operaciones que se realizan en el mercado disponible de granos, se crea una asimetría que puede cambiar sustancialmente la actual realidad del mercado.
En el circunspecto ambiento de los operadores granarios, las suspicacias no se hacen públicas, pero esta asimetría causó más que malestar en los agentes más posicionados hacia el mercado físico. Entienden que la medida oficial induce a transferir negocios hacia el Término.
Consideran que es el mercado físico de cereales y oleaginosas, que reúne a los actores de la cadena comercial en un mismo ámbito, el lugar tradicional de formación de precios, que atiende las distintas complejidades de la comercialización de mercadería. El mercado a Término, basado en contratos estandarizados, tiene como finalidad principal formar precios a futuro y servir como mercado de cobertura. Sólo en ocasiones puntuales, cuando no se pueden cerrar posiciones, se contempla la entrega física de mercadería.
Entre un 20 ó 30% de los corredores que trabajan en el disponible también operan en el Término. "Es posible que para evitar el impacto del impuesto al cheque, se trasladen operaciones del mercado físico al término, lo cual encierra un peligro enorme, como es que se cambie sustancialmente el sistema de comercialización por una medida eminentemente impositiva", señaló Nicanor Sodiro, presidente de la Bolsa de Comercio.
El directivo advirtió que la fortaleza del mercado físico en Argentina, que mueve 50 millones de toneladas, es una particularidad que se da en Argentina por condiciones geográficas especiales de producción y comercialización. Indicó que modificar ese sistema por una simple medida recaudatoria es riesgoso incluso para el mercado a Término. "Su finalidad es ganar volumen en operaciones de futuro y si crecen las transacciones con entrega de mercadería se verá en dificultades para dar solución a la complejidad que esa operatoria encierra", agregó.
Señaló que la entidad rosarina apoya la eximición de operaciones en el mercado a término pero no la discriminación que implica para con el mercado físico, por lo cual estimó que la solución ideal es que se extienda la medida.



La juntan con pala. Esa es la idea que tiene el gobierno sobre el sector agropecuario.
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