En estos días, el desfile de gente por el Juzgado de Instrucción Nº9 ha sido incesante. Abogados, martilleros, funcionarios judiciales y políticos, testigos y víctimas pasaron en algún momento por ese tribunal. Algunos fueron a declarar, otros simplemente a interesarse por el estado de la investigación u ofrecer colaboración, y otros lisa y llanamente para tratar de averiguar hasta dónde está dispuesto a llegar el juez Carbone, a quien algunos ya bautizaron el superjuez por el calibre de las causas que tiene a su cargo y que día a día entrega grandes novedades. "Hay mucha gente preocupada, gente que llama por teléfono y pregunta, que husmea en la mesa de entradas, que no puede ocultar su inquietud porque tal vez teme quedar envuelta", comentó ayer un empleado con años de trajín por los pasillos de la gran manzana judicial. El común denominador es que todos quieren saber qué declaró Chaina. Por ahora tendrán que esperar ya que el hermetismo del juzgado ha resultado absolutamente inviolable.
| |