En febrero del año pasado el gobierno provincial hizo público su interés en aplicar en territorio santafesino un canje de armas para disminuir los índices de violencia. A diferencias de una iniciativa considerada por las autoridades nacionales, que apuntaba a intercambiar armas por medicamentos o vales de compra, la provincia sugería que para convertir en tentador el plan, y de ese modo impulsar el desarme, se debía ofrecer un monto de dinero en efectivo por cada arma. Por ejemplo, cien pesos. El ministro de Gobierno, Angel Baltuzzi, decía por esos días que la política del canje tenía restricciones. "No es probable que quienes viven del delito profesional entreguen sus armas por cien pesos. El objetivo de estos planes son las personas que tienen armas en su casa para defensa".
| |